El equipo McLaren ha sido una de las grandes sensaciones de la temporada 2019 de Fórmula 1. Tras una nefasta etapa junto a Honda y una discreta campaña el año pasado ya de la mano de Renault, los de Woking afrontaban la temporada con la obligación de recuperar parte de la competitividad perdida, y finalmente lo han conseguido. El buen desarrollo del monoplaza, así como las notables actuaciones de sus dos pilotos, Carlos Sainz y Lando Norris, han llevado a los británicos a convertirse en los mejores de la zona media de la parrilla. Ahora, el principal objetivo es seguir recortando distancias con los tres favoritos de la competición, que siguen aventajándoles en más de un segundo por vuelta. El director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, cree que aún tienen un largo camino por delante, por lo que no duda en admitir que la intención es no retroceder y tratar de volver a la lucha por el título a partir del año 2022, ya que lo más complicado cuando comienzas a acercarte a la parte alta es ir reduciendo las décimas, que cada vez se venden más caras.
Solo necesitan tiempo
"Las escuderías punteras tendrán que reducir sus presupuestos y personal anuales, lo cual será difícil para ellos. Por tanto, confiamos en nuestras oportunidades desde 2022 a más adelante. El año que viene vamos a mantenernos al mismo nivel, pero queremos optar por un enfoque agresivo. El siguiente paso hacia los equipos de la parte alta es mayor. Cuanto más te acercas a ellos, más difícil es recortar décimas de segundo. Por esa razón, nuestro principal objetivo de cara a 2020 es no retroceder", ha señalado en palabras concedidas a la publicación alemana Auto Motor und Sport.
Por otra parte, el californiano celebra que la reestructuración de la escudería haya significado el adiós de los aspectos políticos, lo que, bajo su punto de vista, les permitirá seguir evolucionando en la competición: "Con muchos jefes, te vas por las ramas. Todos tenían algo que decir cuando desembarqué aquí. Todos caminan en su dirección. Sin embargo, ahora contamos con mandatos y tareas claros y nos dirigimos hacia la misma dirección con Andreas Seidl como líder. La política está fuera del equipo. Si una empresa carece de liderazgo, puede convertirse en política de forma muy rápida", expresa para concluir.