El director ejecutivo de la escudería de Brackley, Toto Wolff, asegura que para él la temporada ha tenido tres partes en cuanto al rendimiento del su monoplaza. El Mercedes empezó con fuerza el año en Australia, muy por encima del potencial de sus rivales. La sensación en el paddock y también para muchos aficionados tras la primera cita del año fue que estábamos ante otra temporada de dominio de los alemanes. Ese buen rendimiento perduró de forma casi estable con el avance de las carreras, con los Mercedes entre los mejores de forma casi habitual.
Sin embargo, el parón por las vacaciones hizo que la situación cambiara, los coches plateados no se mostraban ya tan poderosos, menos aún los sábados. Ferrari comenzaba a sacar la cabeza, pero en Mercedes no saben de rendiciones, siguieron trabajando hasta volver a la senda de los triunfos. Y, sí, lo consiguieron, la marca de la estrella de plata volvió fuerte para el último tramo de la temporada, asegurándose la victoria en ambos campeonatos, constructores y pilotos. Aunque si hubo un momento en el que el año de Mercedes se paralizó, ese fue con la muerte de Niki Lauda, el fallecimiento de la leyenda dejó un vacío enorme en el equipo alemán. Reponerse del golpe fue complejo, pero como hemos visto en varias ocasiones el recuerdo de Lauda siempre estará presente en el garaje de Mercedes.
Dos de tres para Mercedes
"Lo más trascendental de esta temporada fue obviamente la muerte de Niki [Lauda], y eso fue una especie de sombra para nosotros en la temporada. Pero desde el punto de vista del rendimiento, lo separaría en tres partes. En la primera, realmente lo hicimos bien al principio, fuimos muy competitivos. Luego, después del verano, no. Aunque, después, nos recuperamos y no dejamos caer la pelota, y nuestros rivales sí lo hicieron, y esto fue lo que nos hizo ganar el campeonato. Seguro. Se puede ver lo rápidos que son ahora en Red Bull, pero eso fue a última hora de la temporada y cuánto ha mejorado Honda más allá del nivel en que estaban. Y también Ferrari".
