El joven piloto de Red Bull afirma no estar preocupado por lograr romper el récord de Sebastian Vettel como el conductor de Fórmula 1 más joven en convertirse en campeón, esto pese a que el equipo austriaco ha convertido ese logro en una meta fija para el holandés de 21 años, ya que Vettel ganó su primer título cuando tenía 23.
Sin embargo, es probable que esto no ocurra en 2019, pues Verstappen reconoce que Red Bull necesita mejorar su auto actual, así como acortar distancias con Mercedes y Ferrari. "Conozco la situación, pero no perderé el sueño si no sucede", dijo al periódico Helsingin Sanomat. "Es difícil de todos modos. Si no tengo éxito en los próximos dos años, entonces volveré a intentarlo la próxima vez", señaló.
Innegables comparaciones
Actualmente Verstappen ocupa el 3er puesto en la tabla de posiciones por el campeonato, con 27 puntos acumulados. Superado por Valtteri Bottas en la cima con 44 puntos, y Lewis Hamilton con 43. Detrás suyo, está el discreto desempeño que han demostrado los Ferraris; Charles Leclerc le pisa los talones con un punto menos y Sebastian Vettel tiene 22 acumulados.
Vettel ganó su primero de 4 títulos en 2010, tras haberse convertido en piloto de tiempo completo en 2008, y haber servido como piloto de pruebas y correr en algunos premios como suplente los tres años anteriores. El alemán corrió ese año con Toro Rosso, y a partir de 2009 se sumó a Red Bull, mientras que para la siguiente temporada ya llevaba a casa el título, es decir que tras cinco años de experiencia en Fórmula 1, Vettel consiguió su primer título y más de un récord como promesa deportiva.
Verstappen confirma su desaprehensión por el tema. El piloto reside ahora en Mónaco y también le dijo al periódico finlandés que le resulta difícil regresar a casa en su Holanda natal, pues asegura experimenta los mismos ambientes hostiles que toda figura emblemática de la Fórmula 1 vive al salir a la calle. "Creo que Kimi tiene los mismos problemas en Finlandia que yo en Países Bajos", dijo. "No puedo caminar a ningún lado sin que alguien me hable o tome fotos. Se ha vuelto cada vez más difícil. Me gusta poder vivir en Mónaco. Es tranquilo y nadie me molesta. Puedo conocer a mi familia y podemos ir a cualquier parte sin ser molestados", puntualizó.
