Los fallos de fiabilidad y la alta competitividad de Charles Leclerc y Ferrari en los primeros compases de la temporada habían puesto en una situación tensa a la escudería de Milton Keynes. Sin embargo, la mejora constante de su coche, especialmente en la fiabilidad, el apartado que más puntos les había arrebatado, fue clave para que recortaran distancia con los líderes en ambos campeonatos.
Gracias a saber aprovechar los diversos errores del equipo de Maranello a partir de Imola, Red Bull fue escalando a pasos agigantados hasta el punto de convertirse en el nuevo líder pasadas las carreras y, desde entonces, no volvieron a caer. Su superioridad fue tal que ganaron los títulos de pilotos y constructores con varias carreras de antelación.Max Verstappen:
"Tuvimos un comienzo de año terrible, pensaba que no seríamos capaces de luchar por el campeonato, pero las cosas cambiaron muy rápidamente y el coche se convirtió en más competitivo. Ha sido una locura de año para nosotros en términos de victorias. Sin duda, nunca lo hubiese imaginado después del inicio de año".