La escudería de Maranello ha demostrado en estos primeros pasos de temporada que su ritmo en tandas cortas es alentador, pero esa velocidad cae en picado al día siguiente, en la carrera. En este Gran Premio se ha vuelto a ver este fenómeno, Sainz había estado entre los mejores en Q3, aunque sufrió con creces cuando cambió de neumáticos en la carrera. Con Leclerc pasó algo similar, cambio de gomas y su ritmo aumentó exponencialmente. Por ese motivo, el equipo debe trabajar para entender esta situación para que sus pilotos tengan un arma decente con la que competir.
Frédéric Vasseur:
"Una vez más, la diferencia entre el nivel de ritmo en clasificación y el de carrera fue significativa. Tanto Carlos como Charles vieron que el coche era difícil de conducir y eso se ha reflejado en el resultado. Carlos fue competitivo en el primer stint, pero luego sufrió para tener un ritmo consistente al cambiar a los duros. En cambio, Charles estuvo incómodo con los medios en las primeras vueltas y solo tuvo un buen ritmo en los últimos compases. Tener consistencia en el rendimiento del coche debe ser nuestra prioridad, especialmente en términos de gestión de neumáticos".