Mercedes sorprendió negativamente a principios de 2022 con un monoplaza muy por debajo de las expectativas. Tanto Ferrari como Red Bull dieron con la tecla y dejaron a los de Brackley en un segundo plano. Y es que la escudería alemana tuvo que remar a contracorriente durante todo el año y sudar la gota gorda para sumar su único triunfo de todo 2022. Pese a ello, sus pilotos, especialmente desde el lado del garaje de George Russell, supieron sacar provecho de las situaciones para sumar puntos por doquier. Ahora, el objetivo es claro: recuperar el trono este año, pero para ello el monoplaza deberá estar a la altura. Y parece que así será. Al menos, es lo que deja entrever el máximo responsable de Mercedes, Toto Wolff, que no obstante deja una estela de cautela, pues aún hay mucho trabajo invernal que hacer para llegar al comienzo de la temporada en condiciones de pelear por el escalón más alto del podio.
A por todas
"El W14 está lleno de sorpresas. La última vez que lo vi, pensé 'oh, esto se ve igual', pero espero que no sea lo mismo. Entro al túnel del viento y parece el coche de este año, aunque me dicen que debajo es muy diferente. Se trata del flujo del aire, de la distribución del peso, del mapa aerodinámico...Nuestro monoplaza cambió fundamentalmente a mediados de año, cambiamos el concepto, si bien no pudimos ver nada en la carrocería. Creo que tenemos una mejor comprensión de cuáles eran los problemas. Hemos estado pelando capas de la cebolla, capas que descubrían más y más problemas, pero creo que hemos llegado al punto en que entendemos bastante bien el motivo por el que el coche no estaba funcionando. Si somos capaces de resolver eso durante el invierno, al menos podremos proporcionar una plataforma estable a los pilotos y desarrollarla a partir de ahí", ha señalado en palabras publicadas por la web PlanetF1.
