La Fórmula 1 se despide de Mónaco y se prepara para avanzar hacia un nuevo destino, Azerbaiyán, donde tendrá lugar la próxima prueba del calendario dentro de dos semanas. Un Gran Premio que no llegará libre de polémicas, y es que el alerón trasero del RB16B continúa generando una gran controversia debido a su capacidad para flexionar a altas velocidades, lo cual le favorece en trazados como Montecarlo o el propio Bakú. Si bien la FIA ya anunció que llevaría a cabo controles más estrictos a partir de Francia, el jefe de Mercedes, Toto Wolff, se ha mostrado contundente y ha aseverado que irá a los Comisarios si Red Bull mantiene el alerón flexible en el próximo GP. Es tal su disconformidad que no ha dudado en decir que no cumple con la normativa técnica, por lo que tomará las medidas que crea convenientes si ve que se repite en Bakú. No obstante, se muestra sincero y descarta que la victoria de Max Verstappen en el día de ayer se debiera a la utilización de este elemento.
Continúa la polémica
"Si el limbo técnico de los alerones continúa en Bakú, con la ventaja que eso conlleva, irá a los comisarios, y si no es suficiente, iremos a la Corte de Apelación Internacional. La FIA tiene que aclarar las cosas antes de la próxima cita. De lo contrario, será un caos. Hemos analizado los alerones y creemos que el de Mercedes cumple con la normativa técnica, sin embargo, no así el de Red Bull, ya que su alerón trasero flexiona más que lo que debería. Se ha declarado no conforme a las reglas, no obstante, nos encontramos en un vacío legal hasta Bakú. Nos mantenemos firmes en nuestra posición, pero es una ventaja para ellos. Pese a esto, el alerón no ha tenido nada que ver con el rendimiento de Red Bull en Monaco. Han sido mejores y es lo que hay que llevarse. Mi enhorabuena para ellos", señalaba en unas declaraciones al canal de televisión británico Sky Sports F1 tras la celebración del Gran Premio de Mónaco, en el cual Mercedes perdió el liderato tanto en el Mundial de Pilotos como de Constructores.