La escudería de Silverstone había tenido un comienzo de temporada realmente complicado, la falta de competitividad era notorio y los pilotos no tenían ninguna oportunidad de luchar por buenos resultados, sobre todo en las sesiones de clasificación. El principal punto fuerte de su monoplaza era su ritmo de carrera, lo que les permitía recuperar mucho terreno, pero era un claro hándicap al comenzar desde tan atrás en la parrilla. Gracias al elevado ritmo de mejoras, el coche fue cada vez mejor y esto se ha visto reflejado en los resultados. Aunque ahora tengan una buena base, es importante seguir avanzando de cara a 2023.
Tom McCullough:
"No comenzamos la temporada como queríamos, sufrimos mucho con el porpoising al inicio de año, especialmente en las dos o tres primeras carreras. Para Barcelona llevamos un coche totalmente actualizado y, desde entonces, hemos estado mejorando el coche constantemente. Ahora hemos hecho muchos progresos, pero empezamos desde bastante atrás. Sabemos dónde están las limitaciones, qué tenemos que hacer y es cuestión de tener la cabeza baja para que podamos desarrollar un monoplaza mejor para el próximo año".