El Gran Premio de China supondrá una prueba de fuego para Racing Point, que ha comenzado la temporada como uno de los equipos más débiles. Los hombres de Silverstone han dejado atrás su buen rendimiento de las últimas carreras de 2018 y ahora están obligados a dar un paso adelante si no quieren descolgarse de la zona media de la parrilla. Sergio Pérez asegura que el poco rodaje del RP19 con la actualización de Australia les ha impedido progresar, por lo que espera que la situación cambie de cara a los próximas pruebas, pues como él mismo indica, lo importante es llegar a final de año siendo competitivos.
"Respecto a la actualización con la que llegamos al principio de la temporada, no tuvimos tiempo suficiente para probarla o trabajar en ella, lo cual nos ha hecho empezar con el pie equivocado. No somos lo suficientemente rápidos, pero la temporada es muy larga y lo que realmente cuenta es la posición en la que te encuentras cuando llegas a Abu Dabi. En lo referente al trazado de Shanghái, siempre es muy difícil llegar al vértice de la curva en la primera vuelta. El viento lo hace todo muy complicado. Es un circuito único en el que, a nivel general, suele haber buenas carreras", ha señalado durante la rueda de prensa de la FIA que ha tenido lugar en el circuito asiático.
En el futuro está la clave
Por otro lado, el mexicano apuesta por una Fórmula 1 eléctrica en un futuro no muy lejano. Además, lamenta que el continuo avance tecnológico esté dejando en un segundo plano a los pilotos, cuando en realidad deberían de ser los verdaderos protagonistas de este deporte: "Da miedo el ritmo con el que se desarrolla la tecnología a día de hoy. Las cosas van a cambiar muchísimo en los próximos años, pero espero que algunos aspectos se mantengan. Ojalá dentro de unos años los coches sean eléctricos por completo, aunque al mismo tiempo espero que el piloto siga siendo importante. Actualmente, todo depende mucho de los equipos. En los años 60 y 70 la Fórmula 1 era muy divertida, pero también era muy peligrosa. En función del riesgo que asumías, podías marcar la diferencia. Durante toda mi carrera he tenido coches que marcaban la diferencia", ha proseguido.
Entretanto, Pérez ha hecho referencia a la primera carrera de F1 que vio por televisión y su gran trabajo hasta convertirse en piloto de la máxima categoría, sobre todo teniendo en cuenta lo poco popular que era esta competición en su país: "La primera carrera de Fórmula 1 que vi fue en el año 1994; concretamente, la del accidente de Ayrton Senna. No entendí qué estaba ocurriendo. En mi país, la Fórmula 1 no es un deporte que se siga mucho, por lo que llegar aquí me parecía algo muy difícil. Había transcurrido mucho tiempo desde el último piloto mexicano, aunque es cierto que yo siempre quise ser piloto de Fórmula 1 y me vine muy joven a Europa para pelear por ello. Recuerdo que madrugaba mucho en mi país para ver las carreras. De niño veía a Kimi Räikkönen correr", expresa el mexicano.
Cambio de fabricante
Por último, y al contrario de muchos pilotos, el número '11' de Racing Point no presentará grandes cambios en su casco con motivo del Gran Premio número 1.000 de la Fórmula 1, más allá de su propio fabricante, que volverá a ser Bell: "No he cambiado mucho el casco para este Gran Premio. He puesto el logo de las 1.000 carreras porque es especial para mí competir en un fin de semana tan señalado que quiero recordar dentro de unos años, pues he sido parte de la Fórmula 1. Como novedad, he cambiado a Bell. Terminé mi acuerdo con Schuberth, y les doy las gracias por todo, pero tenía la oportunidad de cambiar. Esta es mi primera carrera con ellos. Comencé con ellos en Fórmula 1 y ahora vuelvo con ellos", añade para concluir.
