El arranque de temporada de Sergio Pérez fue realmente prometedor, llegándose a situar al frente de la General, sin embargo, con el transcurso de las carreras se fue apagando en favor de su compañero de garaje, Max Verstappen, que ha demostrado estar a otro nivel. El mexicano asevera que el monoplaza no se está adaptando todo lo que le gustaría a su forma de pilotar, lo cual sería uno de los motivos de su bajada de rendimiento. Y es que ese gran inicio antes mencionado le hizo ver una realidad que poco después acabó siendo más cruda para él.
No está siendo un 2023 fácil
"La progresión está ahí. Para un piloto es realmente difícil adaptarse al monoplaza en lugar de que las cosas le salgan de forma natural. En las últimas carreras he estado uno o dos pasos por detrás y siempre pensando conscientemente cómo tengo que conducir el coche. A veces, la forma en la que se ha desarrollado no se adapta tanto a mí, por lo que tengo que trabajar más duro para conseguirlo. Aun así, creo que Hungría y Bélgica, por ejemplo, estuvieron bien, ya que subí al podio. Ojalá podamos mantener ese impulso, porque al fin y al cabo tenemos un gran coche de carreras", ha señalado en palabras concedidas a Sky Sports.
"Esta vez fue diferente, ya que comenzamos el año muy arriba, así que te piensas que eres un contendiente al Campeonato cuando solo has ganado dos carreras. Entonces, de repente, dices: 'Ah, este fin de semana no se siente como antes', por lo que estás perdiendo confianza, pues no estás completamente seguro con el coche. En la Fórmula 1 si no estás completamente seguro con un monoplaza a 250 km/h en una curva, dudas un poco más, y eso es lo que realmente me pasó en esos momentos. Aquí sería fácil sentarse y decir: 'Es demasiado difícil para mí...', pero al fin y al cabo simplemente hay que seguir adelante. Como dije, espero mantener este impulso con el equipo", finaliza.
