La colisión del piloto estadounidense con Lance Stroll en la primera vuelta había provocado que su alerón delantero quedara seriamente dañado y estuviera obligado a parar en boxes. Debido a esta parada tan temprana, su carrera se vino abajo rápidamente y sus opciones de luchar contra los coches que había por delante fue imposible. Al final del día, estuvo rodando en el último lugar y sin poder dedicar un buen resultado a su público.
Logan Sargeant:
"Puse el coche en un lugar que no debía en la primera vuelta y rompí mi alerón delantero. A partir de ahí, fue una tarde difícil y lo siento al equipo por mi error. Los neumáticos sufrieron hacia el final, pero era lo esperado. En una estrategia normal, nuestro ritmo hubiera sido bastante sólido".