El piloto madrileño de Ferrari aprovechó su semana de descanso para acompañar a su padre en el arranque del Dakar. Los Sainz hicieron piña en Arabia Saudí para acompañar a su padre en esta ocasión, pues tras dar la salida se montaron en un helicóptero en busca de su padre por las dunas. Cuando lo encontraron vieron que estaba parado por un pinchazo, Carlos hijo pensó que le estaba dando mala suerte a su padre, pero pronto se pudo solucionar todo y acabó ganando. Todos acabaron el día felices y así lo ha contado el piloto de Ferrari. El parón de Fórmula 1 ha permitido al español hacer una pausa en su apretada agenda, pese a estar teóricamente de vacaciones navideñas, para acercarse al Dakar y compartir bonitos momentos familiares arropando a su padre en la competición. Y es que, el que acabara la F1 algo antes de lo normal hizo que esto fuera posible, pero pronto deberá enfocarse de nuevo en la F1 por completo.
Una primera vez de montaña rusa en el desierto
"Es mi primera vez aquí en el Dakar. Obviamente, estoy aprendiendo muchas cosas nuevas, e investigando muchos asuntos nuevos para mí, ha sido una aventura genial hoy, siguiendo a mi padre desde el helicóptero y encima ideal, porque ha ganado esta etapa. Estoy feliz, mi madre está súper feliz y sí, para ser sincero ha sido un genial día. Es algo que, desde luego, si estoy aquí es porque me gusta y porque me interesa, no solo porque mi padre esté corriendo. El Dakar lo llevo siguiendo el tiempo desde que lleva mi padre, desde 2006, así que ya han pasado 16 o 17 años".
"Es una barbaridad de tiempo la que llevo siguiendo el Dakar. Me apetecía siempre venir, me pillaba en unas fechas muy malas, que es la única semana del año que tenía para descansar y no viajar. Este año como la temporada de Fórmula 1 ha terminado antes me reservé la semana del 1 de enero para ir al Dakar. Todo me parece que es un sitio mágico, el ambiente que se vive en este vivan se ve que es un ambiente competitivo entre equipos, pero también un ambiente súper amigable, aventurero, de todos a una y es algo que me está gustando mucho, que he podido disfrutar".
"Me he ido esta mañana a dar un paseo, a correr un poco por el vivac para verlo todo, porque llegué por la noche y lo estoy disfrutando mucho, la verdad. El paisaje era espectacular, visitamos muchas zonas de cañones, dunas, con montañas... este de Arabia Saudí es un escenario de fondo especial para el Dakar y los lugares que visitamos fueron realmente increíbles. Tuve una mezcla de sensaciones. La primera vez que le seguía desde el helicóptero y al llegar a donde estaba él se tuvo que detener con un pinchazo, así que, temí que yo le estuviera dando mala suerte o algo".
"Entré un poco en pánico, viéndole parado y pensando que todo había acabado ahí. Cuando luego pudo seguir y apretar al máximo fue increíble verlo conseguir el resultado que necesitaba, y fue especial seguirlo desde el helicóptero. Era la primera vez que cogía un helicóptero para seguir a mi padre en un Dakar y nada más hacer la salida, nos subimos al helicóptero, vamos a buscarle y cuando le encontramos veo que está parado. Ahí pensé, 'ya empezamos, no sé si le he dado mala suerte', pero se ha repuesto rápido, han cambiado las ruedas y se ha puesto a atacar y a recuperar el tiempo perdido. Os podéis imaginar el mal rato que he pasado ahí", así expresaba las sensaciones vividas en una jornada de Dakar el piloto madrileño de Ferrari.