Nunca llueve a gusto de todos, y el documental 'Drive to Survive' de Netflix es un gran ejemplo de ello, ya que está decepcionando a más de uno. Si bien recientemente Max Verstappen aseveraba que no iba a aparecer en la nueva temporada porque distorsionaba la realidad a su libre albedrío y exageraba según qué situaciones, como su presunta mala relación con Lewis Hamilton, ahora ha sido Carlos Sainz el que se ha mostrado descontento con uno de los capítulos emitidos. El episodio en concreto es el que se le dedicó la temporada pasada a Ferrari, en el cual se mostraba a un equipo que no atravesaba un buen momento y en el que además se hacía hincapié en la tensión vivida dentro del garaje con la salida de Sebastian Vettel y la posterior incorporación del madrileño.
"El capítulo de la tercera temporada sobre Ferrari no es muy bueno. Me sentí relativamente decepcionado cuando lo vi, puesto que Ferrari es mucho más grande y mejor de lo que parece ahí. Estábamos pasando por una mala racha, si bien creo que todos los grandes equipos de todos los deportes pasan por años difíciles. Ahora estamos en el camino de vuelta hacia arriba", ha comentado el número '55' en unas palabras concedidas a la revista GQ.No todo es malo
Pese a ello, Sainz considera que el exitoso documental, que a día de hoy cuenta con tres temporadas en la conocida plataforma estadounidense, está beneficiando a la categoría reina del automovilismo, ya que, aparte de mostrar los entresijos de la misma, está despertando interés en los aficionados: "Lo cierto es que he sentido un pequeño cambio en el seguimiento del deporte en las redes sociales con los seguidores estadounidenses. Creo que Netflix tuvo el mayor impacto en ello. A nivel de deporte, siempre hemos tenido las puertas relativamente cerradas, y Netflix ha permitido a los aficionados en Estados Unidos y en todo el mundo ver las personalidades de los pilotos". Unas palabras que coinciden con las emitidas por el jefe del circuito de las Américas, Bobby Epstein, quien aseguraba que el éxito de asistencia del Gran Premio de Estados Unidos se debía, en parte, al mencionado documental.