Hace alrededor de un mes, el director técnico de McLaren, James Key, afirmaba que estaban estudiando un cambio de concepto en el monoplaza del año que viene, y ahora Carlos Sainz ha querido confirmar que finalmente se llevará a cabo. El objetivo es tratar de dar un paso adelante para acercarse a los tres grandes favoritos, aunque el movimiento es muy arriesgado, ya que cualquier error podría penalizarles en demasía y hacerles perder el liderato de la zona media. No obstante, el piloto español explica que este cambio no será tan significativo como se ha rumoreado durante las últimas semanas, por lo que, en caso de funcionar, no estarán peleando en la parte alta de la tabla: "Quizás se haya exagerado lo referente al MCL35 por lo que supone un cambio de concepto, ya que es una noticia muy llamativa. He visto el coche del próximo año y tiene cambios importantes, pero nada que diga que hemos hecho un Mercedes o un Red Bull, de modo que seguirá siendo un McLaren", ha explicado en declaraciones recogidas por el diario As.
Respecto al Gran Premio de México, que se disputa este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el número '55' de McLaren cree que esta cita está en deuda con él por hacerle perder en el pasado una sexta posición que tenía en sus manos y que se le escapó por un problema electrónico en su monoplaza. Y no será tarea fácil, ya que, como bien afirma, no hay grandes actualizaciones en el MCL34 de cara a esta prueba: "Quiero creer que México me debe una, pues en el pasado, cuando iba sexto durante toda la carrera controlando la situación para ser el mejor del resto, se me rompió el motor por un problema electrónico. México me debe un sexto lugar, así que a ver si llega este año. No hay ninguna mejora grande de cara a esta cita, solo cosas pequeñas. Todo lo que estamos probando es para este año, pero con intención de valorarlo de cara a la temporada que viene", ha proseguido.
Incertidumbre para esta prueba
Mientras tanto, el madrileño no se atreve a decir si McLaren volverá a dominar la zona media de la parrilla o, por el contrario, mostrará un ritmo inferior al de algunos de sus rivales directos, como ocurrió por ejemplo en el Gran Premio de Rusia, uno de los más complicados del año para los hombres de Woking. El hecho de que haya tanta igualdad convierte en casi un imposible hacer lecturas de lo que puede ser el fin de semana, ya que todo puede ocurrir cuando apenas unas décimas separan a tantos pilotos: "Lo de Suzuka me sorprendió bastante, al igual que también me sorprendió lo de Singapur, donde fuimos muy rápidos todo el fin de semana. Y también me sorprendió bastante lo que nos costó en Rusia, donde hasta la clasificación no rematamos y no estábamos cerca de Renault y compañía", expone Sainz.
"No hay suficientes precedentes como para saber si siempre seremos el cuarto mejor equipo o si lucharemos contra los hombres de Renault los sábados. En Singapur había mejoras, y es cierto que el coche fue muy bien allí, mientras que en Rusia se nos pasó la alegría, ya que sufrimos mucho. Ya en Suzuka, el coche volvió a parecerse más al de Singapur. Por eso no hay un patrón claro en el desarrollo del monoplaza que nos indique dónde estaremos cada fin de semana. Si aquí sufriremos como en Sochi, no lo sabemos, pero obviamente, si contamos con un poco de margen como ha ocurrido en tres de las últimas cuatro carreras, será bueno para nosotros", ha expresado para finalizar.
