El Gran Premio de Baréin 2020 marcó un antes y un después en la vida de Romain Grosjean, quien, como todos recordaréis, sufrió un grave accidente que estuvo a punto de costarle la vida. Por suerte, todo quedó en un susto. Tanto es así que el francés incluso ha podido volver a competir, ya que actualmente se encuentra inmerso en la Indycar. Meses después de lo ocurrido, el expiloto de Haas ha querido compartir cómo es su día a día en la actualidad y lo afortunado que se siente por poder seguir viviendo momentos con sus seres queridos. Además, ha admitido que tuvo que visitar a un psicólogo: "Todas las mañanas me tengo que quitar los guantes de silicona y ponerme crema en las manos, pero luego recuerdo que estoy vivo, que sigo aquí, que puedo jugar con mis hijos, que puedo volver a correr y que tengo a mi mujer a mi lado. Soy feliz, me he dado cuenta de lo bonita que es la vida hasta con problemas. Volví a ver el accidente con mis hijos, ya que tenían algunas preguntas. Lo he visto con ellos y con mi mujer y hemos hablado abiertamente de lo sucedido. He trabajado con un psicólogo después de ello para asegurarme de no tener ningún recuerdo malo ni pesadillas", ha señalado en el podcast oficial de la Fórmula 1, 'Beyond The Grid'.
Volvió a nacer
"Tuve algunos recuerdos que necesitaba entender, fue por eso que me decidí a ir al psicólogo. Uno de esos recuerdos fue a las seis de la mañana y mi hijo me despertó, el otro fue cuando me operaron en Ginebra. Me durmieron y eso no te hace sentirte bien. Esos fueron los dos recuerdos, y desde entonces puedo ver el accidente y hablar de ello sin problemas. Sé que mi mano no está bien, puesto que no puedo ir a tomar el sol y tengo que tener cuidado con las temperaturas bajas, así como con las altas. Lo bueno es que todo va por buen camino, puedo jugar con mis hijos; eso es lo que importa. Cada día que vivo desde ese momento es un bonus, ya que estuve muy cerca de irme y en esos momentos te das cuenta de lo bonita que es la vida", concluye el de Ginebra.