Desde antes de que comenzara la temporada, Guenther Steiner comunicaba que el monoplaza de este año no se actualizaría debido a la importante falta de ingresos y esta decisión está afectando claramente en su rendimiento a medida que pasan las carreras. En cada fin de semana, el objetivo es finalizar por delante de los Alfa Romeo y de los Williams y la opción de luchar por los puntos es bastante improbable. Romain Grosjean afirma que esta medida es terrible desde el punto de vista deportivo, pero hay otras prioridades por delante. Como hay que reducir costes, traer piezas nuevas no es posible y si el VF-20 se daña por alguna circunstancia, no es lo óptimo para sus finanzas.
Haas va perdiendo terreno con sus rivales
"Con el accidente que habíamos tenido en Mugello, el coche había quedado totalmente dañado y habíamos tenido muchas partes que no funcionaron como deberían, por lo que decidimos cambiarlas. Como no estamos desarrollando el coche, lo más probable es que retrocedamos si los demás siguen avanzando. Lo que sucede es que estamos rodando menos con las piezas nuevas en comparación a lo que sería en un año normal", concluyó el piloto francés para Motorsport week.