Mónaco dejó patente el mal estado de forma del equipo Williams. No importa que el circuito tenga largas rectas o cuente con curvas rápidas o lentas, ya que los hombres de Grove no son competitivos en ningún escenario. Sin embargo, Robert Kubica llevó a cabo uno de sus mejores Grandes Premios en lo que va de temporada, y lo hizo en un trazado en el que todos esperaban que sufriera debido a sus dolencias en la mano derecha. El piloto polaco completó un fin de semana sin prácticamente errores y se mostró bastante competitivo, llegando a situarse por delante de su compañero de equipo durante la carrera (como ya ha hecho en otras ocasiones) e incluso defendiéndose por primera vez en lo que va de año de otras escuderías y rivales, como fue el caso de Antonio Giovinazzi, que al parar con el Coche de Seguridad en pista cayó hasta la parte de atrás de la parrilla, lo que condenó gran parte de su carrera. Esto le obligó a pecar de agresividad y, por ende, le llevó a tocar al de Williams, que acabó trompeando y perdiendo todas sus opciones en carrera. A pesar de ello, el piloto de Cracovia se muestra satisfecho de su rendimiento en las calles de Montecarlo.
"Sabía que iría bien en Mónaco. Creo que, en general, mucha gente pensó que ni siquiera sería capaz de girar el volante. Es cierto que en esta situación no es fácil, pero considero que lo hice bastante bien y puedo estar feliz al respecto. Por supuesto, el resultado final podría haber sido mejor, aunque así son las carreras. La gente aseguraba que la curva 1 sería un problema para mí, y creo que en todos los Grandes Premios lo hice bastante bien en la curva 1 o en la primera vuelta, cuando hay una especie de instinto de carrera por parte del piloto", ha comentado en unas declaraciones concedidas a Motorsport.Pagaron caro el riesgo
Por otro lado, Kubica explica que la estrategia del equipo era mantenerle en pista el mayor tiempo posible para esperar la llegada de la lluvia, que habría dado un vuelco a la clasificación, pero finalmente solo hicieron acto de presenta unas gotas que no tuvieron repercusión en el devenir de la prueba: "Gané dos posiciones al inicio de la carrera, pero en las primeras vueltas había muchos coches que administraban los neumáticos, lo cual afectaba a tu ritmo. Después del Safety Car, pude mantenerlos detrás, pero sabía que tenía que parar. Había algunas posibilidades de lluvia, por eso me quedé en la pista. Definitivamente, la lluvia apareció, pero solo unas gotas, y en este caso nuestra estrategia nos lo hizo pagar. Sobre el incidente con Antonio Giovinazzi, es un lance de carrera, y no hay mucho que puedas hacer en esta situación. Así ocurre a veces", ha señalado para concluir.