La temporada 2019 está siendo una auténtica pesadilla para el equipo Williams. Los hombres de Grove llevan desde principios de año luchando contra ellos mismos para intentar ganar competitividad y acercarse a sus rivales más directos. Si bien es cierto que las distancias se han ido reduciendo carrera a carrera, aún les falta dar varios pasos adelante para intentar dejar atrás la última fila de la parrilla. Por si fuera foco, dentro del equipo hay un piloto que no está travesando un buen momento: Robert Kubica. El número '88' está muy lejos de su mejor versión, y en esta primera mitad de campaña se ha visto ampliamente superado por su compañero de equipo, George Russell, que además está viviendo su primera campaña en la máxima categoría del automovilismo. Lo hace tras haberse alzado con la corona en el Campeonato del Mundo de Fórmula 2.
Y es que los números no engañan. El piloto polaco ha perdido con Russell en las doce sesiones de clasificación disputadas hasta la fecha, mientras que en carrera solo ha logrado batirle dos veces. Datos que dejan más que patente su mediocre rendimiento en pista. Tanto es así que el propio Kubica ha admitido que no logra alcanzar el ritmo de su joven compañero de garaje ni empleando la misma configuración en el monoplaza, por lo que no duda en reconocer que ni la adaptación ni las sensaciones con el FW42 están siendo las mismas, como reflejan los resultados. Sin embargo, caprichos del destino, el polaco es el único que ha logrado sumar un punto para Williams en la presente campaña. Fue en Alemania, y lo hizo ayudado por la caótica carrera sobre el asfalto mojado de Hockenheim, así como por la doble sanción de los Alfa Romeo. Cruzó la línea de meta en última plaza, pero eso le valió para alcanzar finalmente el Top 10.Lejos de su mejor nivel
"Cuando decidí usar la configuración de George en mi monoplaza, fui aún más lento. Eso simplemente significa que él tiene una sensación diferente dentro del coche. Él está contento, así que espero que cuando yo tenga una sensación similar a la suya en el FW42, sea también feliz. Nosotros seguimos nuestro propio camino, pero en este momento es como si los dos estuviésemos comiendo dos platos diferentes. Él ha pedido la comida a un gran restaurante, mientras que yo me la he preparado a mí mismo y soy muy mal cocinero", ha comentado en unas declaraciones concedidas a Eleven Sports.