El piloto australiano hace balance a su primera temporada con el equipo papaya y se sincera todo lo posible. No ha sido nada fácil para el piloto natural de Perth, llegó a McLaren con unas expectativas, pero cumplirlas no fue fácil. La primera mitad del año la valora con un 4, pues sabe que no fue suficiente. Aunque también expone que un número no hace justicia a todas y cada una de las carreras que tuvo que afrontar. Adaptarse a la escudería no fue nada fácil y tener al lado a Lando Norris y su gran temporada tampoco. Pero Daniel no menciona nada de eso, pues cuando la persiana del garaje cae al final del día, o del año, todos los pilotos saben que su máximo rival es su propio compañero, ya que es el único que batallaba con las mismas armas.
Su segunda mitad la califica con un 7, pero cogiendo ambas notas se queda con un cinco y medio raspado, es ahí donde incide en que eso no hace justicia, porque no dejó de intentarlo en ningún momento y eso no sale reflejado en una nota. Sin embargo, el australiano destaca que de sus debilidades sacó también sus fortalezas y ha quedado sorprendido con la temporada. Veremos qué tal se le da en 2022.
¿Un número hace justicia?
"Te daré una puntuación, pero diré que apesta darte una calificación baja porque de hecho me he esforzado mucho. Entonces, si digo, como, tres, parece que no lo he intentado. Pero no ha sido sin intentarlo, la primera parte de la temporada es probablemente un cuatro, la segunda parte un siete. Lo que hace un enorme promedio de 5.5. Sí, aunque no por falta de intentos. Lo que ha sido bueno este año es que nunca supe realmente cuáles eran, digamos, mis fortalezas. Está bien, sí, soy rápido, pero ¿por qué soy rápido? ¿Dónde estoy rápido? En cierto modo, este año las debilidades también me expusieron cuáles son mis fortalezas. Eso fue muy interesante. No pensarías en, llamémoslo malos tiempos o un mal año, descubrirías algo bueno de ti mismo".
