En los test de pretemporada hemos visto a muchos equipos dando pasos importantes respecto a la última campaña disputada, lo que esto hará que la parrilla esté más ajustada en esta campaña. Sin embargo, a Ferrari se le ha visto perdida, sin rumbo y teniendo más problemas que el resto, nada que ver a lo que solían mostrar en años anteriores durante este periodo de pruebas. Por si no fuera poco, los pilotos y Mattia Binotto confirmaban que el monoplaza no está a la altura de sus principales rivales y no llegarían bien preparados para la cita de Australia en aquel entonces. Las malas noticias continúan dentro de la organización italiana ya que no tienen ningún as bajo la manga para el Red Bull Ring de este fin de semana, lo único esperanzador es que traerán las primeras mejoras de cara a la carrera de Hungría, la siguiente tras las dos en suelo austriaco. Los integrantes de Ferrari consideran que solo se podrán agarrar a las oportunidades que puedan surgir por el momento, ya que Mercedes y Red Bull están jugando a otro nivel. Aun así, habrá que esperar hasta Hungaroring para descubrir el verdadero potencial del SF1000 en esta temporada 2020.
Por último, Binotto confirmaba que el coche es exactamente el mismo que el de los test, por lo que no esperan un resultado óptimo de primeras. El objetivo que se han fijado no tiene mucho secreto y es conseguir el máximo de puntos dentro de las posibilidades. En este fin de semana, el resultado de los Libres no será tan representativo como esperan, aunque en la sesión clasificatoria será el momento de la verdad en el que vean realmente si están cerca de la cabeza, se mantienen como en 2019 o si han dado un paso hacia atrás. De todas formas, lo principal para ellos es volver a competir después de tantos meses sin competir y comprobar dónde están en comparación al resto y descubrir si podrán superarse a sí mismos y también mejorar los resultados obtenidos el año pasado. Teniendo de referencia, Leclerc y Vettel terminaron cuarto y quinto respectivamente en el campeonato, por lo que necesitan dar un paso adelante y estar en cabeza luchando contra los Mercedes y los Red Bull. O si por el contrario, lo visto en los test es su potencial real y terminan lejos de sus objetivos anuales.Sebastian Vettel, piloto de Ferrari:
"No es un secreto que todos estamos entusiasmados por volver a pista porque ha pasado demasiado tiempo. Al principio, el descanso ha sido placentero como normalmente estamos viajando por el mundo, tuvimos tiempo para pasar con la familia y amigos, pero ha llegado del momento de regresar. Estoy listo para darlo todo, aunque no será lo mismo sin los aficionados apoyándonos. El trazado austriaco es como un carrusel porque todo pasa muy rápido, pero me gusta, especialmente porque está entre las montañas. Tenemos que ser realistas con lo visto en los test, aunque no estamos abatidos. Será inusual tener dos carreras consecutivas aquí porque para la segunda tendremos muchos datos que analizar. Lo que hagamos en el primer fin de semana tendrá un importante efecto para el segundo".
Charles Leclerc, piloto de Ferrari:
"Me gusta mucho el circuito de Spielberg porque todo son cambios de pendiente a alta velocidad. Es bueno comenzar allí, incluso sin contar con el apoyo de los aficionados en la pista. Durante la larga cuarentena, he dedicado tiempo a entrenar físicamente y también estuve haciendo carreras virtuales en mi simulador, divirtiéndome con los otros pilotos y espero que también haya sido entretenido para los que los estaban viendo desde casa. Pero ahora es momento de volver al cockpit del coche real. La semana pasada en Mugello nos subimos a un monoplaza de nuevo y tengo que decir que he disfrutado estando detrás del volante".
Mattia Binotto, director de Ferrari:
"En este fin de semana, el coche tendrá la misma configuración que usamos al final de los test de Barcelona, esto no quiere decir que hayamos malgastado el tiempo en este cinco semanas y media, ya que hubo ese acuerdo entre la FIA y los equipos para paralizar las actividades. La verdad es que el resultado de los test nos ha conducido a hacer un cambio significativo en la dirección en términos de desarrollo, especialmente en la parte aerodinámica. Lo primero fue entender por qué no habíamos conseguido los resultados que habíamos esperado en pista, lo que hubiese sido contraproductivo continuar en la dirección que teníamos planeada, sabiendo que no lograríamos nuestros objetivos. Además, habíamos decidido pensar en un nuevo programa para revisar todo el coche, sabiendo que no estaríamos preparados para la primera carrera. Nuestro objetivo es introducir las mejoras en la carrera del 19 de julio en Hungaroring. Aparte de eso, estas últimas semanas hemos trabajado mucho en analizar su comportamiento, con trabajo en el simulador y con la ayuda de nuestros pilotos. En este momento, no tenemos el conjunto más rápido, lo sabíamos antes de afrontar Melbourne y eso no ha cambiado. Dicho esto, el circuito de Spielberg tiene características diferentes al de Montmeló y las temperaturas serán más altas a las de febrero. En Austria debemos aprovechar cada oportunidad y, en Hungría con las nuevas mejoras que estamos trabajando, veremos dónde estamos en comparación al resto".
"La verdad es que intentar hacer predicciones al principio de una temporada tan inusual, es incluso más difícil que lo normal. Habrá alguna idea de lo que nos encontremos al final de las tres horas de las prácticas del viernes, pero después de la clasificación del sábado será más preciso. Solo cuando comencemos, tendremos un panorama bastante claro de la jerarquía de los equipos, pero siempre hay incertidumbre de lo que pasará en la carrera inicial, en términos de fiabilidad y rendimiento de los neumáticos en carrera. Debemos intentar y ser perfectos en todo lo que hagamos preparando cada sesión. ¿El objetivo? Llevar a casa el máximo de puntos posible, como siempre es el caso".