La pelea en la zona media de la parrilla se ha vuelto cada vez más cruenta, y la situación se complica aún más si se trata de dar el salto a las primeras posiciones. De hecho, la situación que se ha dado esta temporada con McLaren es muy complicada de reproducir. Es por ello que muchos pilotos que militan en estos equipos se andan con pies de plomo, como es el caso de Pierre Gasly. Alpine es ahora mismo la sexta fuerza de la competición y el próximo paso natural debería ser luchar de tú a tú con las grandes fuerzas de la Fórmula 1, pero el galo no tiene tan claro que vaya a ocurrir, al menos a corto plazo. Y es que prefiere mostrarse bastante cauto al respecto, pues los antecedentes no llaman precisamente al optimismo.
El top 1, inviable
"Me gustaría decir que volveremos a ganar en 2024, es el claro objetivo. Es para lo que estamos trabajando muy duramente. Será duro y necesitaremos algún milagro. Puede pasar, pero las opciones son bastante bajas. Ojalá podamos escuchar el himno francés conmigo en lo más alto del podio el año que viene. Quiero un coche más rápido y estar en la lucha con los pilotos que están arriba; estamos apretando al equipo semana tras semana para pensar en 2024 y llegar con un paquete mucho más fuerte", ha señalado en palabras recogidas por Car and Driver.
"Este año sabemos desde hace un buen tiempo que vamos a acabar sextos en el Mundial, por lo que solo tenemos que centrarnos en intentar sacar el máximo del monoplaza. Estamos rindiendo a un nivel más alto, aunque todavía estamos lejos de lo que queremos lograr juntos en Fórmula 1. Necesitábamos tiempo, pero debo decir que nunca había tenido tanta mala suerte como en la primera mitad de año. En Melbourne tuvimos una carrera increíble, sin embargo, acabamos perdiendo diez puntos por la bandera roja. Fue muy duro de digerir, como la mala estrategia de Mónaco que me costó el podio", finaliza.