Alpine está viviendo, de nuevo, una temporada complicada en la Fórmula 1, y lo cierto es que las últimas pruebas no llaman precisamente al optimismo. Tanto es así que, tras la última cita disputada, la cual tuvo lugar en el mítico trazado de Spa-Francorchamps, no dudó en admitir el desastroso rendimiento mostrado por el equipo en las últimas semanas. Y es que el hecho de haber ido hacia atrás no hace llamar al entusiasmo de cara a la segunda parte de la campaña. Veremos cómo evolucionan los galos, pero Haas cada vez está más lejos y la séptima plaza del Mundial de Constructores parece complicada en estos momentos.
Un año para olvidar
"No estoy feliz. Tuvimos un problema de motor con el que perdíamos siete décimas en recta en cada vuelta. Un problema de temperatura del motor, la dirección no estuvo recta durante toda la carrera, nos equivocamos en la estrategia... Cometimos demasiados errores. Los últimos tres fines de semana han sido absolutamente frustrantes. Estoy convencido de que los muchachos pueden hacerlo mucho mejor que esto. Fue un comienzo de año difícil", señalaba en el corralito tras el pasado Gran Premio de Bélgica.