El piloto mexicano no tuvo su mejor día en el Gran Premio de Italia, rozó el abandono y el ritmo no estaba en su coche. En notable el cambio que ha habido en el Red Bull, en la primera mitad de año veíamos a Checo sonreír muy habitualmente cada fin de semana. Sin embargo, desde que el coche se le ajusta a Max como un guante, nada ha vuelto a ser lo mismo para Pérez. Mañana mismo volverá al trabajo en el simulador para buscar ese ritmo que le falta.
Sergio Pérez:
"Mi carrera se vio comprometida bastante temprano cuando mi disco de freno delantero derecho se calentó mucho y básicamente estaba en llamas, así que tuvimos que tomar la decisión de parar en boxes. Las primeras vueltas con el duro no pude calentar los neumáticos porque tuve que levantar y deslizar, estaba perdiendo mucho tiempo de vuelta y mi primer stint se vio comprometido".
"Eso afectó toda mi carrera y tuve que manejar mis frenos de manera masiva, fue crítico en ese momento porque podría haberlos perdido y habría tenido que retirar el coche. Al final, paramos pensando que podíamos volver a superar a Lewis con los blandos. Pero, desafortunadamente, el coche de seguridad se tradujo en que no tuvimos la oportunidad. Tenía mejores neumáticos que Lewis, por lo que hubiera sido bueno reiniciar, pero desafortunadamente ese no fue el caso. Para mí no ha sido un buen fin de semana y tenemos mucho que hacer, mañana vuelvo al simulador y trato de recuperar un buen ritmo de inmediato".