Un año más, Ferrari es uno de los candidatos a alzarse con el título, pero para lograrlo no solo necesita un monoplaza a la altura y a dos pilotos altamente competitivos, sino que la labor de los hombres de Maranello va mucho más allá. Este año, el equipo italiano contará en su simulador con cuatro pilotos de gran nivel: Brendon Hartley (ex de Toro Rosso), Antonio Fuoco, Davide Rigon y Pascal Wehrlein. Precisamente este último ha querido hablar sobre su nueva etapa dentro de la Fórmula 1. Y es que, tras participar en la categoría como piloto oficial en el pasado (Manor Racing en 2016 y Sauber en 2017), el piloto alemán trabajará ahora desde la sombra. El actual integrante de la Fórmula E define como "especial" esta oportunidad junto a Ferrari y asegura que dará el máximo posible para ayudar a la escudería italiana a recuperar el trono.
"Me llena de orgullo poder trabajar como piloto de simulador en un equipo de la magnitud de Ferrari. Es un honor para mí trabajar con ellos. He estado en Maranello y he sentido un ambiente allí que nunca antes había vivido. Ferrari tiene algo muy especial. Haré todo lo posible para ayudar a Sebastian Vettel y a todo el equipo en su batalla por ganar el Campeonato, ya que se lo merecen", ha comentado en unas declaraciones concedidas a la publicación alemana Auto Bild.Los pilotos de simulador, de vital importancia para el equipo
Igualmente, el jefe de Ferrari, Mattia Binotto, señala la trascendencia de los pilotos de simulador para el equipo, ya que se han convertido en una pieza fundamental en el proceso de desarrollo del monoplaza: "Los pilotos del simulador son extremadamente importantes para nosotros. Se pueden comparar con los probadores de antes, ya que las pruebas están muy limitadas hoy en día", ha señalado el ingeniero suizo a modo de conclusión.