Hay una frase que ha resonado en la Fórmula 1 desde hace muchísimos años, esa frase no es otra que la de: los chicos buenos no ganan. Pues en muchas ocasiones hemos visto el carácter que gastan algunos pilotos, el ego que calzan algunos campeones. En realidad, cuando miramos a Mick no vemos a un piloto que muestre ese ego, ni tampoco un carácter que le muestre capaz de llevarse a cualquiera por delante con tal de lograr su objetivo. En otros pilotos sí lo hemos visto, pero cuidado, no quiero decir que ese sea un requisito imprescindible en la parrilla. Pero en ocasiones hay que mostrar más garra, que hay sangre en tus venas y hierve cuando las cosas no salen como esperabas. Quizá ese haya sido el único pero que se le puede poner al alemán.
Pues desde las categorías inferiores y durante su estancia en la F1 siempre vimos un chico cordial, trabajador, aplicado y que no montaba jarana a su alrededor, cabeza baja, trabajo y a por los objetivos. Eso le valió para hacerse con el título en las dos categorías previas a la F1, pero metidos en la parrilla del Gran Circo, algunos olvidan rápido lo conseguido antes. Lo que nunca olvidan es el peso del apellido, una losa con la que han atizado a un chaval de 23 años, 24 ha cumplido el pasado 22 de marzo. ¿Es justo? Para mí no lo es, si bien es cierto que es hijo del 7 veces campeón del mundo, él es Mick Schumacher, una persona distinta y hay que mirarle por quién es, no por quién mecía su cuna.
El piloto ganó la F2 y se abrió paso en la F1, respaldado por Ferrari, acabó aterrizando en Haas. Justo en una temporada en la que la situación de la escudería norteamericana no atravesaba su mejor momento, pues decidieron competir con el coche de la temporada anterior y no gastar un euro para una temporada de tránsito, ya que habría cambio de normativa. A Mick le dieron un coche sin actualizar, tal cual, de la temporada anterior, porque apostaron por 2022 y dejaron en manos de la suerte 2021. Le dieron ese coche y apáñatelas como puedas. Fue mejor que su compañero en la temporada de debut, pero eso se olvidó de un momento a otro. En su segundo año, Haas repescó a Magnussen y solo hubo latigazos para el alemán en forma de malos comentarios y cierto desprecio. Si alguien duda de ello, momentos así pueden verse en la serie documental de Netflix, Drive to Survive.
La tensión fue más que evidente, creando en el piloto falta de confianza y presión innecesaria. Los puntos eran una exigencia y una recriminación constante. Cuando tenía un accidente, desde la misma directiva de Haas cuestionaban su talento, con frases como: "el talento no se hereda", con esas mismas palabras. Alguien que no tiene talento no gana campeonatos como la F3 o la F2. Es obvio que no se hereda, como es obvio que a cada piloto hay que tratarlo por quién es y no por de dónde viene. Cuando el dinero escaseaba les vino de lujo tirar de su apellido para atraer patrocinadores, a ese dinero fresco que llegaba a las arcas de Haas gracias a Mick no le hacían ascos. Pero después usaban ese mismo apellido para machacarlo mentalmente y acabar dándole la patada y dejándolo fuera de la F1.
La falta de carisma, saber estar y valores de Haas ha sido más que evidente en muchas ocasiones. Estamos hablando de F1 y deben estar los mejores, es cierto, pero bajo el casco hay personas y el trato no puede ser cualquiera. Pueden echar gente y gestionar su equipo como quieran, pero de esta forma solo demuestran que nadie debería seguir al equipo como aficionado, no representan nada bueno. ¿No hay valores? ¿No hay unos mínimos de respeto? Ya vimos a Haas despreciando a otros pilotos de su alineación hace no mucho.
Por parte de Ferrari tampoco se mostró mucho entusiasmo en respaldar con todo a Mick, piloto al que habían estado presumiendo ante los medios durante mucho tiempo. Aunque cuando llegó el momento de dar el paso a la F1 lo colocaron en Haas. ¿Por qué no en Alfa Romeo como hicieran años antes con Charles Leclerc? Incluso como Antonio Giovinazzi. ¿De verdad Ferrari tenía en mente un futuro con Mick? ¿De verdad los de Maranello contaban con él?
Ahora la única esperanza de Mick para volver a la parrilla está en manos de Mercedes, tiene la oportunidad, pero debe cambiar ciertos aspectos para poder regresar y que ese regreso tenga un destino mejor. La F1 no muestra piedad, ya lo probó una vez y si quiere volver debe ser mejorando en su faceta de piloto. Esta es una simple opinión de alguien que ha seguido al piloto alemán desde categorías inferiores, quizá no apareció en el panorama del motor para ser campeón del mundo, pero es un buen piloto. Como alguien decía, todos los años hay un campeón, pero no siempre un gran campeón. No podemos tener 20 grandes campeones en parrilla, pero necesitamos buenos pilotos y Mick es uno. No todos llegan con todo hecho, hay algunos que se van forjando con los años de experiencia. El esfuerzo y el trabajo máximo por algo que te apasiona, en ocasiones, logra mejores resultados que el talento innato.
¿Qué piensan ustedes? ¿Cómo ven a Mick Schumacher? ¿Fue justo el trato que recibió en Haas? ¿Era el equipo indicado para su debut en la Fórmula 1? ¿Ferrari fue justa con Mick? ¿Fue justa con el hijo de un piloto que les dio tanto en el pasado? ¿Volveremos a ver al alemán como piloto oficial de F1? ¿Sería mejor que se enfocara en otras categorías? ¿Ha hecho bien uniéndose a Mercedes? Las preguntas parecen infinitas cuando se habla de este piloto, pero si quieren asomarse a una ventana para ver su paso por Haas más de cerca, les recomiendo ver Drive to Survive, no fue un trago fácil para alguien tan joven.