La presente temporada de Fórmula 1 se presentaba como una nueva era y, por ende, un nuevo desafío para aquellos pilotos que cambiaban de equipo. Ricciardo, Pérez, Sainz... todos ellos afrontaban un complejo periodo de adaptación que les haría atravesar momentos complicados durante la campaña, sin embargo, uno de ellos era capaz de solventar la situación de manera sobresaliente: el número '55' de Ferrari. Infravalorado por algunos y cuestionado por otros, el español desembarcaba en la escudería italiana con la difícil labor de lidiar con una de las grandes promesas de la categoría reina del automovilismo, Charles Leclerc. Y lo cierto es que pocos daban un duro por Carlos en este enfrentamiento, incluido yo. La inexperiencia junto a Ferrari, así como la gran velocidad del monegasco, me llevaban a pensar que iba a sufrir, pero nada más lejos de la realidad. El de Madrid ha sacado casta y, a base de trabajo, humildad y constancia ha enamorado al mundo del automovilismo. O quizá no tanto. Como aficionado español, me siento indignado por los comentarios que se vertieron durante el pasado Gran Premio de Rusia. Sainz se alzó con su tercer podio de la temporada, superó a su compañero de garaje en la General y dejó patente que, si bien seguramente no sea el mejor piloto de la parrilla, se deja la piel cada vez que sale a pista para obtener el mejor resultado posible.
Responde sobre el asfalto
Pese a ello, me encuentro con diversidad de aficionados y ciertos periodistas lamentándose por el hecho de que Fernando Alonso, es decir, el otro piloto español de la parrilla, había perdido el podio, en lugar de celebrar el de Carlos. Porque sí, por muy buena temporada que esté llevando a cabo Sainz, precedida además de dos campañas sublimes en McLaren, nunca, y repito, nunca, alcanzará la consideración del público con la que cuenta el bicampeón del mundo. Y no se trata solo de títulos, que obviamente el de Alpine tiene números muy superiores a su compatriota, sino de prioridades. Hay que mirar al presente, y la realidad es que si a día de hoy alguien tiene opciones de luchar por cosas importantes en la F1, ese es el de Ferrari, así que habría que hacer una especie de 'reset' mental y empezar a valorar lo que está haciendo este chico. Y ojo, que yo soy el primero que admira profundamente a Fernando, pero ya basta. Es lamentable acceder a redes y leer cómo echan por tierra el trabajo de Sainz solo por el deseo de encumbrar al '14'. Estoy convencido de que si se hiciera una encuesta entre los aficionados, especialmente los españoles, y se diera a elegir entre uno de los dos, ganaría taxativamente el doble campeón del mundo. Pero no te preocupes, Carlos, que aquí estoy yo para darte voz y situarte en el lugar que te mereces, porque tú no eres el sustituto, la tirita o la versión B de Fernando Alonso, eres Carlos Sainz Vázquez de Castro, uno de los grandes pilotos del país patrio y, por mucho que le pese a algunos, potencial candidato a luchar por el título en un futuro próximo. Deseo que le cierres la boca a todos aquellos que hoy te ningunean. ¿Lo mejor? Sé que lo harás.