Australia espera la llegada de equipos y pilotos para encender sus semáforos y dar la bienvenida a la temporada 2019 de Fórmula 1. Una vez más, la batalla por el título parece destinada a dos escuderías: Mercedes y Ferrari. Si ya la pasada campaña ambos nos regalaron un intenso duelo por el Campeonato de Constructores, este año todo apunta a que la lucha será mucho más cruenta, pero no solo por la mayor igualdad entre los bólidos, sino por la nueva etapa que afronta la escudería Ferrari. A lo largo de los últimos años, los hombres de Maranello siempre han establecido a un claro número 1 y número 2 dentro del garaje, pero en esta ocasión todo podría cambiar. Como es obvio, Sebastian Vettel parte como claro líder del equipo italiano, y en caso de tener que tomar decisiones a favor de alguien, Ferrari siempre mirará por él. Hasta aquí algo lógico. Ahora bien, una de las claves del éxito o fracaso de la escudería del 'Cavallino Rampante' durante esta campaña radica en la gestión de sus pilotos.
El tetracampeón del mundo germano parece el mayor oponente de Lewis Hamilton en la lucha por el título, pero ¿qué ocurriría si Charles Leclerc da la sorpresa y muestra un rendimiento superior al de su compañero de equipo? ¿Dejaría Ferrari que el monegasco se convirtiera en su referente? Precisamente ahí reside el devenir de los italianos en 2019, pues si son inteligentes, podrían aprovechar según qué situación para dar ese paso adelante que necesitan en su camino hacia el éxito. Si Vettel brinda el mismo rendimiento del año pasado, entonces le bastará con que Leclerc sea un buen escudero y ayude a restarle puntos a su máximo rival, así como a Valtteri Bottas, que una campaña más parece que estará a la sombra del británico; sin embargo, si es Charles el que se muestra más regular, la escudería de Maranello debe darle preferencia, pues de lo contrario corre el riesgo de crear una rivalidad insana dentro de su garaje, como ya ocurriera en McLaren con Fernando Alonso y Lewis Hamilton durante aquel año 2007. Todos sabemos cómo finalizó esa temporada (Kimi Räikkönen sigue saludando a todos desde el escalón más alto del podio).
La pelota está en su tejado
La pregunta es: ¿Será capaz Ferrari de dejar a un lado a Vettel si así lo exige el transcurso de la campaña, o supondría esto un desprestigio para el piloto alemán? Como ya he comentado, en esa disyuntiva radica su opción de recuperar la corona tras once años de sequía. Porque sí, creo que la escudería italiana tiene el mejor monoplaza a día de hoy, y si cuenta con el potencial suficiente para desarrollarlo y toma decisiones importantes en torno a sus pupilos, superará a una Mercedes que volverá a estar mermada por Bottas, salvo que el finlandés se convierta en la revelación de la temporada y nos haga recular a todos. Siendo sincero, desearía que así ocurriera, ya que al menos el espectáculo sería mucho más interesante. Y qué mejor para la Fórmula 1 que tener a cuatro pilotos y dos escuderías luchando por el título hasta el último Gran Premio. De hecho, ¿dónde hay que firmar?
