Después de la extraordinaria actuación y el fantástico resultado de Esteban Ocon en tierras japonesas, la moral del equipo y de él mismo era altísima de cara al siguiente Gran Premio. Esas dos carreras que no puntuó fueron duras para el galo, pero dio un fuerte golpe sobre la mesa en Japón y es de aplaudir. El siguiente reto es en la otra punta del planeta, en suelo norteamericano, donde Esteban está emocionado por llegar allí y afrontar una pista que no es sencilla por la combinación entre alta y media carga aerodinámica.
Esteban Ocon:
"Este circuito es una montaña rusa emocionante para el piloto porque te pone a prueba. Puedes separar esta pista en dos partes, con una sección de alta velocidad en la que vas a tope antes de la curva 11, luego está la larga recta de atrás, pasas la icónica torre de observación y afrontas las curvas de baja velocidad técnicas para terminar la vuelta. Es rápida, pero también bacheada, lo que supone un reto. Me gusta esta pista y tengo ganas de volver allí".