En el pasado Gran Premio de Mónaco, los pilotos de Haas habían tenido buenas sensaciones durante los entrenamientos, aunque no ha sido así al final. Nikita Mazepin reconoce que ha sido un suplicio pilotar su monoplaza por las calles del Principado, sin experiencia previa y más si tenía los neumáticos desgastados. En la pista de Barcelona ya había tenido dificultades, pero se ha magnificado en la siguiente cita del calendario. Al tener que lidiar con un coche que no recibe mejoras sumado a su limitada carga aerodinámica hace que el pilotaje sea un verdadero desafío y más por la complejidad de la pista urbana. Fue un reto enorme para él debido a la escasa carga aerodinámica que posee su VF-21, pero está satisfecho con su equipo que hizo todo lo posible para que se le facilitara su trabajo al volante.
Mazepin sufrió al volante de su VF-21 en el fin de semana en Montecarlo
"La carrera ha tenido diferentes fases, ha sido muy complicado estar ahí fuera, el coche es difícil de pilotar en circuitos urbanos. Obviamente, con lo difícil que adelantar en esta pista, todos se mantuvieron fuera hasta que se quedaron sin neumáticos y este coche sin gomas es una combinación muy mala. Estoy contento conmigo mismo, esperaba que fuese un fin de semana duro. Cuando tienes un equilibrio complejo en un trazado como el de Barcelona, será un desastre en Mónaco. Estoy satisfecho con lo que hemos hecho como equipo y muy contento con mi grupo que ha trabajado muy duro desde Barcelona para entenderme. Está claro que necesitamos encontrar más como equipo, nunca había tenido banderas azules en mi vida y es triste".
