El alemán estuvo vinculado al motorsport desde que era un niño gracias a los valores que le inculcó su padre, Keke Rosberg. Nico dio su vida a las carreras hasta que en el año 2016 logró su objetivo de ser campeón del mundo con Mercedes. Se esperaba que continuaría para la siguiente temporada ya que había firmado un contrato previo, pero a final de año decidió marcharse de la categoría y dar por finalizada su trayectoria en Fórmula 1. Desde que tomó esa inesperada decisión y consiguió su meta, se volcó en su vida personal.
Nico cuenta cómo fue su experiencia lejos de la tensión de las carreras y considera que no sabía cómo se iba a sentir después de dejar de lado una de sus pasiones. Sin embargo, cree que ha tomado una decisión acertada al colgar los guantes a final de 2016 porque ahora puede centrarse en su familia y en otros hobbies. Por último, confiesa que no echa de menos la sensación de rozar los muros e ir a más de 300km/h en cada circuito por lo que ya no es tan 'temerario'.Narra su cambio de vida
"Cuando decidí marcharme del deporte, no tenía ni idea de cómo me sentiría al cabo de dos o tres meses o, incluso, un año. Fue un parón completo porque algo que era fundamental en mi vida se había ido. Afortunadamente, tenía a mi familia, otras pasiones y encontré un nuevo estilo de vida. Fue la mejor decisión. No la hecho de menos del todo y, para mí, es algo importante".
"Tengo que confesar que, cuando me veo, hay momentos que pienso 'es bueno ya no estar en ese coche'. Por ejemplo, en Bakú, cuando conduces por las calles de la ciudad a una velocidad de 360k/h y pasas a escasos milímetros del muro. A diferencia de otros pilotos ya no soy un temerario. Y también es cierto que hubo momentos que me asustaba".
Rosberg cree que Bottas se recuperará en 2019
"Valtteri [Bottas] es mejor de lo que ha mostrado últimamente en pista, aunque el año pasado tuvo muy mala fortuna. Si la suerte le acompaña y empieza bien, este año podría ser totalmente distinto a 2018".