Mercedes vivió un fin de semana para el olvido en Azerbaiyán, especialmente durante la jornada del domingo. Valtteri Bottas se quedó lejos de puntuar, mientras que Lewis Hamilton perdió la victoria en la relanzada de la prueba tras pasarse de frenada en la primera curva. El motivo, el famoso botón del 'brake magic'. Para aquellos que aún no lo sepan, estamos ante un sistema que permite al W12 calentar los frenos delanteros en mayor medida, si bien tiene que estar desactivado en el momento del arranque, sin embargo, el heptacampeón del mundo lo presionó sin darse cuenta y el monoplaza bloqueó la opción de frenar, por lo que acabó yéndose recto hacia la escapatoria. Pese a que Lewis se culpabilizaba por lo acontecido, el director técnico de Mercedes, Mike Elliott, le quita responsabilidad a su pupilo y asegura que trabajarán para cambiar el botón de sitio de cara a la próxima cita de la campaña, que tendrá lugar entre el 18 y el 20 de junio en el circuito de Paul Ricard (Francia). Además, avanza más mejoras para tratar de revertir una situación que se les ha complicado tras su paso por los circuitos urbanos de Bakú y Montecarlo, en los cuales no han sido capaces de rendir a un nivel lo suficientemente competitivo.
Siguen trabajando para evitar que se repliquen los problemas
"La normativa no nos permite hablar con los pilotos ni en el inicio ni en la reanudación de una carrera, de modo que no podemos decirles qué tienen que cambiar. Es por ello por lo que tratamos de simplificar las cosas tanto como sea posible y producir herramientas que nuestros pupilos puedan emplear para reducir su carga de trabajo. Al principio, uno de los botones del volante es el 'brake magic', que sinceramente no sé por qué se llama así. Es un botón que el piloto aprieta y pone más calor en los frenos delanteros. Después de hablar con Lewis, él sentía que tenía parte de la culpa por lo ocurrido, pero lo hizo todo bien. Él comete muy pocos errores siempre y es nuestro trabajo conseguir un monoplaza en el que sea difícil cometer estos fallos, de modo que debemos mejorar y habrá cambios para la próxima carrera. Lewis lo había hecho todo bien en Bakú. Puso el coche en parrilla y apagó todos los sistemas que debía. Tuvo una buena salida y se emparejó con Pérez, pero cuando tuvo que cambiar su dirección, rozó el botón de 'la magia' y por desgracia no se dio cuenta, así que no tenía ni idea de que iba a tener un problema en la frenada", expresa en el canal de YouTube oficial de la escudería alemana.