La pasada carrera en Mugello no se puede catalogar de emocionante, como sí lo fue la de Monza, porque había estado llena de accidentes, como la de la primera vuelta, la octava y la última, a falta de las últimas quince para la bandera a cuadros. Estos tres percances habían protagonizado la sesión del domingo, lo que provocó el abandono de 8 pilotos y los que terminaron prácticamente se aseguraron un puesto en los puntos. El incidente de la salida había provocado el abandono de Pierre Gasly y Max Verstappen, el segundo se llevó por delante a Antonio Giovinazzi, Nicholas Latifi, Kevin Magnussen y Carlos Sainz, mientras que el último fue el de Lance Stroll. Durante uno de los periodos de bandera roja se había retirado Esteban Ocon. Con esta carrera tan atípica, Mika Häkkinen había mostrado su sorpresa, aunque también reconoce que los pilotos arriesgaron de más porque no se conocían el circuito a la perfección tras disputar el primer Gran Premio allí para la Fórmula 1.
Carrera llena de percances en la Toscana
"Mirando los accidentes a la salida del Gran Premio de La Toscana, esto demuestra que los pilotos tienen mucho que aprender cuando visitan un circuito nuevo. Mugello ha creado un desafío único dado por lo rápido y lo estrecho que es. Con un único lugar de adelantamiento, los pilotos intentaron asegurarse de estar bien posicionados a la relanzada cuando había tres o cuatro coches peleando por el mismo espacio de la pista. El primer accidente había sido un incidente normal de carrera, con tantos coches juntos entre la curva 2 y 3".
"El segundo accidente, causado por la bandera roja, había sido más peligroso porque los coches estaban agrupados e intentaron adivinar cuándo Valtteri Bottas aceleraría después de la relanzada del coche de seguridad. El resultado había sido que algunos coches iban a diferentes velocidades y en las onboards se veía lo difícil que era para los pilotos evitarse entre ellos. Había sido un accidente múltiple de los que solemos ver en categorías inferiores, no en Fórmula 1, pero las mejoras en seguridad funcionaron otra vez. Mientras que en el accidente de Lance Stroll fue preocupante porque pareció que hubo un fallo en el coche, no es una buena experiencia porque el piloto se convierte en un simple pasajero y no puede hacer nada, excepto prepararse para el impacto".
