El piloto alemán legó a la parrilla de la F1 de la mano de Haas, pero las cosas no salieron como esperaba en esa oportunidad. La aventura solo duró dos años para Mick y los norteamericanos le abrieron las puertas del equipo de nuevo, pero esa vez fue para mostrarle la salida. El golpe fue duro de asumir, el Gran Ciro le vio marchar pese a estar cargado de ilusión, pero Mercedes decidió abrirle un hueco en su escudería. El pequeño de la familia Schumacher habla de ello y también de lo que ha podido aprender de los de Brackley.
Mick considera que ahora no puede quedarse a la espera de que su sueño vuelva a ponerse en marcha, toca buscar una oportunidad para regresar a la acción. Veremos cuál es el siguiente paso en la carrera deportiva del alemán y si algún día sus pasos vuelven a llevarle a la Fórmula 1.
No ha cambiado sus expectativas
"Voy a intentar explicarlo con palabras, incluye muchos tirones y rasgaduras de pelo y siento que realmente no se ve eso. Obviamente, esta es la primera mesa de prensa que he hecho este año y eso muestra mucho y dice mucho en ese sentido, pero la F1 siempre ha sido un sueño y siempre seguirá siendo el sueño. Una vez más, no hay razón para quedarme aquí, no competir, quedarme atrás de todos. Prefiero salir, encontrar algo para competir y desarrollar mis habilidades. Al final, si eso no lleva a regresar a la F1 y sí a otra carrera, entonces estoy feliz de hacerlo".
"Creo que el punto más importante sobre el que debo profundizar es que ahora, como piloto, sé mucho más lo que quiero del equipo que me rodea, por lo que siento que valgo y lo que puedo aportar a un equipo. Obviamente, al comenzar mi primer año en la F1 fue difícil saber exactamente cuál debería ser mi posición y hasta dónde puedo llegar con mis comentarios y todo eso. Después de haber trabajado con Lewis y George durante un año, sé qué tan alto está el listón y hasta dónde puedo llegar, y no tengo ningún problema en compartir mi información en el futuro".