No hay tiempo que perder, y en McLaren lo saben. El monoplaza del presente año ha supuesto un punto de inflexión respecto al de las temporadas anteriores. Tanto es así que los de Woking han sabido hacer de sus puntos débiles su mejor fortaleza, comprendiendo qué deben mejorar para no quedarse estancados al fondo de la parrilla. El paso adelante que han dado este año, junto a la llegada del motor Renault, ha permitido que la mítica firma pudiera salir de un atolladero en el que la reputación de McLaren está en sus horas más bajas. No obstante, los cambios introducidos han dado el resultado esperado, teniendo a sus dos monoplazas en las posiciones de cabeza de la zona media siendo el rival a batir.
En unas declaraciones de Andreas Seidl a Autosport, el de McLaren ha destacado que el proyecto de la próxima temporada va por el buen camino al considerar que para ellos el próximo año será una evolución más que una revolución: "Tenemos un buen ritmo ahora y hemos aprendido mucho con este coche. Sabemos cuáles son las debilidades, y eso es algo que queremos abordar para el próximo año. Creemos que el próximo paso en términos de rendimiento llegará porque es la primera vez en mucho tiempo que hemos comenzado (el desarrollo) con una franja de tiempo normal para hacer un coche".
Un prototipo creado en invierno
La laureada firma británica no ha dejado en un segundo plano la línea de desarrollo del monoplaza del próximo año y se han puesto a trabajar en cuanto finalizaron los test de pretemporada: "comenzamos inmediatamente después de los test de invierno con una fase inicial del concepto del coche del próximo año, que es diferente a años anteriores. Esto, junto al hecho de tener un director técnico claro, me da muchas esperanzas", ha apuntado el director técnico. De este modo, están llevando a cabo dos líneas de trabajo paralelas con tal de llegar a los test de pretemporada en la mejor forma posible y no ir a contracorriente como les ha ido sucediendo en el pasado.
En McLaren no bajan la guardia y saben que las siguientes citas serán cruciales para comprender qué camino tienen que tomar en el desarrollo del monoplaza de este año para adaptarse al de 2020 de la mejor forma posible. Pese a eso, los de Woking se mantienen optimistas, aunque han admitido que la diferencia con los tres equipos punteros es realmente grande: "Soy optimista, podemos dar el siguiente paso, pero debemos ser realistas. Como he dicho muchas veces, no hay magia. La brecha en la zona delantera sigue siendo enorme, pero el objetivo es llegar a un punto intermedio el próximo año. La clave para la segunda mitad de la temporada será cuándo llegar realmente al punto en que podamos cambiar el enfoque completo hacia el coche del próximo año. Obviamente, resultados como el de Hungría ayudan", concluía Seidl.
