El circuito de Shangái ya está preparado para dar el pistoletazo de salida a la tercera cita del Campeonato, donde seguiremos viendo las evoluciones de los distintos equipos. Uno de los que más expectativas está levantando en su llegada a China es McLaren, que dio la sorpresa en Baréin al mostrar un ritmo realmente competitivo que les situó a la altura de Red Bull. Algo impensable hace unas semanas. Sin embargo, este rendimiento no se refleja en el Mundial de Constructores, donde los hombres de Woking solo acumulan ocho puntos tras los dos abandonos de uno de sus pupilos, Carlos Sainz. Precisamente el piloto español se ha mostrado impaciente por subirse al monoplaza y continuar con el progreso del MCL34, con el que espera acceder, esta vez sí, al Top 10. Una meta más que factible teniendo en cuenta el ritmo del monoplaza en el circuito de Sakhir. Aun así, el madrileño se muestra precavido, pues la gran igualdad existente en la zona media de la parrilla hace que un pequeño error te lleve a retroceder muchas posiciones, así que aboga por evitar la relajación.
"Afrontamos con muchas ganas este Gran Premio. La verdad es que hay mucho optimismo dentro del equipo. Personalmente, también estoy contento por el fin de semana de Baréin, aunque no se pudo confirmar con puntos. Me siento satisfecho con la clasificación, la salida y con la carrera en general. A ver si aquí en China podemos terminar nuestra primera carrera, que ya es hora. Tenemos que mejorar la fiabilidad, por lo que no nos podemos relajar. Aquí se pasa muy pronto de ser el cuarto o quinto coche más rápido a ser el noveno, así que vamos a seguir trabajando duro para no quedarnos en Baréin y en lo bonito que fue, porque esto puede pasar muy rápido. La carrera número 1.000 supone una cifra importante para la Fórmula 1, y formar parte de ella es algo de lo que me siento orgulloso. Ya son unas cuantas carreras también para mí en la categoría; creo que estoy cerca de cumplir mi carrera número 100, de modo que voy sumando carreras, lo cual es algo de lo que me siento orgulloso", ha expresado durante la conferencia de pilotos de Baréin.
No cambiaría su maniobra de Baréin
Por otro lado, el número '55' de McLaren ha hecho referencia al incidente de carrera que protagonizó con Max Verstappen en Baréin, y por el cual el español sufrió un pinchazo que le relevó hasta la última plaza de la tabla. Sainz asegura que cuando compite no se fija en quién es su rival, sino que cuando ve una oportunidad de pelear por la posición, se lanza a hacerlo, por lo que admite que volvería a repetir la misma maniobra si tuviera la opción. Del mismo modo, no se lamenta por lo ocurrido, ya que en caso de haber sobrepasado al piloto de Red Bull, los problemas en su caja de cambios le habrían llevado a perder gran parte de su ritmo (según él, un segundo por vuelta) y, por ende, retroceder en la clasificación, lo cual hubiera sido más doloroso para él, ya que al final del Gran Premio podría haber optado al podio.
"Cuando estoy en la pista, yo no pienso si mi rival es Verstappen o cualquier otro piloto, sino que pienso que tengo una oportunidad de adelantamiento, y no que por ser Max me lo voy a tomar con un poco más de calma, ni mucho menos. Llegué a la frenada cinco, seis o siete metros por delante de él, de modo que no voy a dejar de frenar tarde ni a llegar después a la curva por el hecho de que fuera Verstappen. Hay que ser agresivo, y yo trato a todos mis rivales de la misma forma. Volviendo atrás, no me arrepiento de nada, así que que actuaría igual una y otra vez. En la vuelta 10 tuve problemas en la caja de cambios, los cuales me hicieron ir un segundo por vuelta más lento, por lo que de no haber sufrido ese toque, habría terminado cayendo a la parte de atrás de la parrilla, de modo que ahora estaríamos hablando del 'qué pena, ibas quinto y te retiraste'. La Fórmula 1 es así", ha señalado Carlos a modo de conclusión.
