Después de un breve parón en la categoría reina del automovilismo, la acción regresó, pues el Gran Circo puso rumbo a tierras australianas para su tercera cita del calendario. Tras un arranque de temporada marcado por el dominio de Red Bull y el gran avance de Aston Martin se hacía difícil esperar para un nuevo capítulo de la serie. Pues esto es solo el principio y todos trabajan para mejorar y avanzar cerrando diferencias si es posible. La realidad es que varias escuderías ya se plantaron en Melbourne con algunas actualizaciones y debían ponerlas a prueba para saber si se convertían en mejoras. Así fueron las dos primeras jornadas de Libres en el GP de Australia.
Primeros entrenamientos libres:
Para la primera de las jornadas de viernes en Albert Park hubo que madrugar mucho o trasnochar un poco, pues así es Australia, un reto para pilotos y también para aficionados en la distancia. El piloto madrileño de Ferrari era el primero en salir, tras él se animaban los demás y comenzaba la acción. Pero también las quejas por radio, algunos pilotos sufrían el temido rebote y era imposible tener una visión aceptable. Veíamos algunos sustos como salidas de pista y latigazos de algunos monoplazas. Pasada la mitad de la sesión veíamos ondear la bandera roja en Albert Park, había problemas técnicos con el GPS de los coches en pista.
Después todo volvía a la normalidad y los pilotos regresaban a pista. Volvían con unos diez minutos por delante. Poco después veíamos una bandera amarilla por en error de Max Verstappen, exceso de confianza buscando los límites a la pista australiana. La bandera roja volvió a ondear en Albert Park, pues Logan Sargeant tuvo que parar su coche por problemas de fiabilidad. Ya no se volvería a salir a pista tras ese suceso.
Segundos entrenamientos libres:
La ronda dos del día arrancaba de forma similar a la anterior con Verstappen como el más veloz. A los pocos minutos de haberse iniciado la sesión apareció un invitado esperado, la lluvia, arrancó de forma ligera para intensificar el ritmo poco después. Hicieron algunas pruebas con blandos para aprovechar el momento horario, pues sería una representación de las rondas importantes del fin de semana. Pero luego la lluvia acabó con la acción en pista. Pocos se atrevían a salir y los que lo hacían no se libraban de algún susto, Stroll estuvo muy cerca de tocar el muro. Así se llegaba al final de una ronda pasada por agua en Albert Park.