A estas alturas, es redundante afirmar que el equipo Ferrari fue la mayor decepción del pasado Gran Premio de Australia tras quedarse fuera del podio después de llegar al circuito de Albert Park con el cartel de favorito gracia a su sobresaliente trabajo en los test de pretemporada. Pero en estos momentos la preocupación es saber qué ocurrió exactamente para que el SF90 cruzara la línea de meta a casi un minuto del monoplaza vencedor. Y es que no hay que olvidar la respuesta de uno de los ingenieros del equipo italiano cuando Sebastian Vettel le preguntó por qué iba tan lento: "No lo sé", le refirió a través de la radio. Sin embargo, parece que el asesor de Red Bull, Helmut Marko, tiene bastante claro que los hombres de Maranello sufrieron un problema de refrigeración. El austriaco defiende esta afirmación tras los datos recogidos por Red Bull acerca del ritmo de carrera tanto de Ferrari como de Haas, pues después de las primeras vueltas de la carrera, momento en el que las gomas alcanzan las temperatura ideal una vez los pilotos se han detenido en boxes, el rendimiento del SF90 y el VF-19 disminuyó considerablemente.
El origen del mal rendimiento
"Está bastante claro que Ferrari rindió por debajo de lo esperado en Melbourne, al igual que ocurrió con Haas. No sabemos exactamente la razón, pero creo que se quedaron cortos en su rendimiento porque tenían problemas de refrigeración. Los Haas empezaron a ir de repente más lentos. Una de las indicaciones fue que Leclerc iba más rápido con los neumáticos duros que Vettel con los medios. Esto significa que algo estaba funcionando mal. Vettel solo pudo hacer tres vueltas rápidas y luego su ritmo cayó sin aparente motivo alguno. Ferrari no era ninguna amenaza con el neumático medio por las temperaturas y la degradación de los neumáticos. Nosotros, por otra parte, no tuvimos ningún tipo de degradación y ni siquiera fuimos al límite", ha apuntado en unas declaraciones concedidas al portal británico Autosport.
