Mercedes volvió a subirse al escalón más alto del podio este fin de semana en el Autónomo Hermanos Rodríguez, donde además de batir a los Ferrari acabó con el dominio de Red Bull en el trazado mexicano, donde había logrado el triunfo en las últimas dos ediciones. Este nuevo triunfo llegaba además después de haberse proclamado campeón del mundo de Constructores por sexta vez consecutiva, ampliando su incontestable dominio en la era híbrida. Y por si fuera poco, todo apunta a que este fin de semana Lewis Hamilton se alzará con su sexta corona, dejando patente que la hegemonía de los alemanes aún tiene un largo recorrido. El piloto británico cree que la fortaleza de la escudería de Brackley radica en que no tienen puntos débiles, así como en el hecho de cometer muchos menos errores que sus rivales, lo cual les ha permitido ser imbatibles desde el año 2014. De igual modo, destaca el gran trabajo llevado a cabo en México, especialmente durante la jornada del domingo, donde una vez más fueron capaces de revertir la situación e invalidar la Pole de Ferrari. Algo que han conseguido en los tres últimos Grandes Premios.
Reyes de la era híbrida
"El equipo no tiene ni un solo punto débil, y es por ello por lo que ganamos títulos mundiales. Hemos luchado contra grandes equipos a lo largo de los últimos seis años, pero ellos han cometido algunos errores más que nosotros; por esa razón nos mantenemos arriba. Éramos conscientes de que el de México iba a ser un fin de semana muy complicado, y que por lo tanto teníamos que hacerlo muy bien para ganar a los Ferrari y a los Red Bull. En Clasificación se vio que teníamos menos velocidad, y el ritmo de carrera que tuvimos en los Entrenamientos Libres tampoco era nada del otro mundo. La verdad es que me siento muy orgulloso como piloto de tener a un equipo como este. Mi trabajo es salir a la pista y lograr el mejor resultado posible. Este próximo fin de semana quiero ganar de nuevo en Austin; ese es mi objetivo prioritario", ha señalado en palabras para Sky Sports F1.
