Desde el lunes, los jóvenes de la academia de Ferrari y los pilotos titulares habían estado al volante del SF71H para los test privados de la Scuderia. Durante esos días, solo Carlos Sainz y Marcus Armstrong rodaban por primera vez con uno de los monoplazas rojos de F1, mientras que el resto sí lo habían hecho en el pasado septiembre y Charles Leclerc desde 2019. Con esta experiencia valiosa previa a los test anteriores a la temporada, vuelven a tener contacto con un coche de estos después del final de la campaña anterior. Laurent Mekies destaca la buena actuación de sus 7 pilotos en estos días, tanto por sensaciones como por rodaje en la pista italiana. En términos generales, estas impresiones post vacaciones ha sido útil a los pilotos y también al personal del equipo para volver a alcanzar el ritmo de trabajo donde la acción se va acercando. Teniendo en cuenta el debut de Carlos con el monoplaza de 2018, la próxima vez que se suba a un monoplaza rojo será en la pretemporada de Baréin.
Toma de contacto tras el parón invernal
"7 pilotos en pista durante 5 días, cubriendo más de 1500 kilómetros entre ellos lo que hizo que fuera una semana ajetreada para el equipo en Fiorano. El aspecto más importante de los test había sido dar la oportunidad a los pilotos oficiales de la Scuderia, Charles y Carlos, de volver a pilotar después del parón invernal. Para los chicos de la FDA habían tenido otra oportunidad para pilotar un coche de F1. Para Carlos y Marcus [Armstrong], los test habían sido los primeros porque el español hacía su debut con su nuevo equipo y el neozelandés había probado un F1 por primera vez. Por el lado de Giuliano [Alesi], este test había sido un regalo de despedida, ya que se terminó su etapa en la FDA. Pienso que hubo un gran ambiente esta semana en el garaje en nuestra pista de casa. Todos los chicos estuvieron contentos por volver a la pista y así prepararse lo mejor posible para la próxima temporada", había finalizado el director deportivo de la Scuderia en la página oficial del equipo.