En la temporada 2019, la escudería de Woking había renovado su alineación de pilotos por completo y apostaba por Carlos Sainz y Lando Norris. El español llegaba al equipo desde Renault, mientras que el británico daba el salto a la F1 desde Fórmula 2. Aunque ambos no tuvieran una relación previa a ese año, el buen rollo entre ellos ha sido más que notable en entrevistas ante los medios o en los vídeos que se publicaba en las redes sociales de McLaren. Este buen ambiente tanto dentro como fuera de las pistas ha sido uno de los factores clave en la mejora constante del monoplaza y en el progreso del equipo. Sin embargo, esta relación tan cercana será distinta a partir de 2021, ya que Carlos se marcha y pone rumbo a Ferrari, así que pasan de ser compañeros a ser adversarios.
Buenos amigos, grandes rivales
"No conocía a Carlos antes de que fuéramos compañeros de equipo. Obviamente sabía de él, pero nunca hablamos. Después nos convertimos en buenos colegas tanto en pista como fuera y también en rivales. Pienso que uno presionaba al otro, queremos superar al otro y es lo que nos encantaba casi por delante de cualquier cosa. Tenemos los mismos deseos, las mismas ambiciones en la parrilla, queremos ganar carreras y campeonatos algún día. En el momento actual, nuestros objetivos son ayudar al equipo en todo lo posible", ha finalizado el joven británico en declaraciones para la página de la F1.
