Sebastian Vettel logró ayer en Singapur su primera victoria de la temporada, y lo hizo después de catorce Grandes Premios soportando una extrema presión mediática que hace pocas semanas le situaba incluso fuera de la Fórmula 1. El tetracampeón del mundo alemán sacó ayer su varita mágica en tierras asiáticas para dar un golpe encima de la mesa y dejar patente que está más vivo que nunca y que Charles Leclerc tendrá que dar lo mejor de sí mismo si quiere quitarle el puesto de piloto número uno dentro de Ferrari. La prensa italiana, que tantas veces ha cargado contra él a lo largo del año, se ha visto obligada a dar un paso atrás para ensalzar el excelso trabajo del germano en la prueba de ayer.
Los rotativos hablan del resurgir del número '5', quien después del triunfo en Marina Bay podría haber recuperado parte de la confianza perdida, marcando un nuevo camino dentro de la escudería italiana. Tanto es así que los medios hacen referencia al comienzo de una nueva temporada tras esta cita. No hay que olvidar que los hombres de Maranello lo han ganado todo desde que volvieron del parón vacacional, aunque hasta ahora lo habían hecho bajo la tutela de un Charles Leclerc que ha visto cómo su compañero de garaje ha sacado los dientes y ha demostrado a medio mundo que nunca hay que darle por muerto, pues su capacidad de resurrección puede ser potencialmente peligrosa para todos sus rivales. ¿Será este GP un punto de inflexión para Sebastian?Corriere della Sera:
"Hay victorias que valen el doble, e incluso el triple, como la de Singapur; una pista que iba a ser complicada debido a las características de Ferrari. Volvieron las manos de 2015, cuando Sebastian Vettel, contra viento y marea, cantó el himno italiano por su tercer éxito en rojo, aunque las dimensiones de esta última victoria tienen valores mucho mayores para él y para Ferrari. Leclerc debe comprender cuándo tiene que ceder el paso a Vettel. Para Mattia Binotto será difícil manejar a un campeón ya creado, uno que lo quiere todo, así que dependerá de él renunciar a algunos trozos de la tarta. En estos rasgos está el sello de los campeones: el egoísmo y la crueldad, una determinación que no garantiza nada. El hambre, un hambre incontrolable combinada con herramientas útiles para atacar el banquete. Leclerc era un hombre y ahora es un hombre hecho y derecho. La transformación ha sido muy rápida".
"Estamos convencidos de que el monegasco ha eliminado toda la amargura comprensible para medir lo que esta carrera también ha reafirmado, y es la arrogancia de una personalidad que le hará viajar a las alturas. Gracias también a días como este, cuando es necesario ceder, sabemos que tiene un paso imparable. El viejo capitán vuelve a la victoria: Leclerc también madurará con su segundo lugar. En lo que respecta a Mattia Binotto, el gran líder del equipo rojo, acertó en calmar a su pupilo Charles. Sebastian Vettel sigue siendo él, el piloto alemán de 32 años con cuatro Campeonatos del Mundo ganados con Red Bull, y no por casualidad, ya que no le cayeron del cielo, sino que los ganó con talento, creciendo carrera tras carrera, título tras título, para llegar con este tesoro de éxitos a Ferrari, un sueño hecho realidad. Pero este es el resultado de otro sueño. Un campeón de esta dimensión pone otro plan en su cabeza, va a Ferrari para ganar la Copa del Mundo y no para preparar una jubilación anticipada de oro. Sebastian Vettel se libera después de 13 meses, 22 Grandes Premios y un diluvio de críticas".
Il Giornale:
"Sebastian Vettel vuelve para alzar la voz después de los muchos errores y el mar de críticas recibidas tras el Gran Premio de Bélgica, en Spa-Francorchamps, y Monza. El piloto alemán realizó una carrera sólida, elegante y de manera muy temperamental".
La Repubblica:
"Esta vez en el escalón superior está Sebastian Vettel, quien resucita en este circuito que le gusta más que nada. Seb todavía funciona. Más que en casa, Singapur se convierte en un feudo rojo".
La Gazzetta dello Sport:
"¿Ha comenzado realmente otro Campeonato Mundial? Ahora vamos a Sochi, otro circuito que en teoría no debería ser para Ferrari, pero después de lo que vimos ayer en Singapur, ¿será realmente así? Encontramos nuevamente la sonrisa de Seb, que es el rey de Singapur gracias al quinto triunfo personal en esta pista. Hoy, tal vez no para Leclerc, sino para Maranello, después de tanta amargura, realmente ha llegado un momento de cuento de hadas".
La Stampa:
"Sebastian Vettel ganó una vez más su sonrisa, pero Charles Leclerc la perdió. Revolución roja: Vettel se burla de Leclerc".