A Ferrari se le sigue resistiendo la victoria en la presente temporada de Fórmula 1. Es la tercera vez que han perdido el triunfo en el último momento, y la segunda en la que los comisarios han jugado un papel muy importante en ello. Ayer, en las últimas vueltas del Gran Premio de Austria, Max Verstappen y Charles Leclerc mantuvieron un espectacular duelo que acabó con el piloto monegasco por fuera de la pista tras tocarse con el de Red Bull en una maniobra algo agresiva de este último. Esto hizo que Dirección de Carrera abriera una investigación tras el final de la misma para decidir si el neerlandés merecía una sanción por lo ocurrido. Finalmente, los jueces optaron por mantener el resultado final, dejando, por tanto, al número '16' de Ferrari en la segunda plaza. Esta determinación ha generado un gran revuelo entre la prensa italiana, quien ha atacado duramente a los comisarios. 'La Repubblica' habla de burla hacia Leclerc después de filtrarse un documento falso en el que se reflejaba una sanción de cinco segundos a su adversario, lo cual le convertía en ganador de la carrera: "Verstappen y los adelantamientos prohibidos. Una burla para Leclerc, que vio que en cierto momento comenzó a circular un documento falso que asignaba la victoria a Ferrari con una penalización de cinco segundos para Verstappen. A Charles, después de liderar el Gran Premio, una vez más se le escapa la alegría de su primer éxito en su carrera", ha señalado la mencionada publicación.
Acusan de favoritismo a los jueces
Por su parte, desde 'La Gazzetta dello Sport' afirman de manera tajante que los jueces emplean diferentes varas de medir a la hora de tomar sus decisiones si Ferrari entra en la disyuntiva. Tanto es así que hablan de favoritismo hacia Red Bull por competir en el Gran Premio de su casa, e incluso por el hecho de que Dirección de Carrera sintiera la presión de la multitud neerlandesa que se había trasladado al circuito: "Verstappen-Leclerc, una decisión que socava la credibilidad de la Fórmula 1. Este Gran Premio de Austria nos deja con una sensación desagradable: la FIA usa dos varas de medir y no hay uniformidad de juicio. A Vettel le castigan en Canadá, y lo mismo debía hacerse con Verstappen. Igual que el cuatro veces campeón del mundo, el joven holandés se equivocó al no dejar suficiente espacio para que Leclerc respondiera a su ataque. Probablemente, Max hubiera ganado de todos modos, ya que su Red Bull tenía más velocidad, pero su maniobra no estuvo bien", han expresado.
"El problema es que los comisarios cambian y toman decisiones diferentes a las anteriores, tal vez condicionadas por el entorno. Ayer, por ejemplo, competimos en un circuito que es propiedad de Red Bull, y lo hicimos frente a una avalancha de fanáticos holandeses. Sin mencionar que una penalización le habría negado a Honda la primera victoria desde su problemático regreso a la Fórmula 1 en 2015. Es cierto que Ferrari recibió la tercera bofetada en los diez días posteriores a la apelación rechazada en Francia por Montreal. Un triple golpe que deja algunas dudas acerca del verdadero peso político de Ferrari en la máxima categoría del automovilismo después de la muerte de Sergio Marchionne", sentencian.
Las comparaciones son inevitables
'Il Giornale' también habla de burla tanto hacia el equipo como hacia Leclerc y recuerda la sanción a Vettel en la pasada cita de Canadá, la cual generó una gran controversia tanto dentro como fuera del paddock: "Binotto hace la comparación con el caso de Vettel y Hamilton: 'Esto demuestra que en Canadá teníamos razón, pero no queremos reabrir debates'. El sabor de la burla continúa siendo fuerte. La Fórmula 1 ahora parece un deporte, y la factura únicamente la paga Leclerc. En Austria el duelo con Verstappen termina en burla. Ser o no ser, blanco o negro, correcto o incorrecto, Ferrari o no Ferrari. Lo que sucedió es la demostración de que la Fórmula 1 se ha vuelto a perder al buscarse a sí misma. La misma maniobra en Canadá hubiera dado la victoria a Charles, y quizás hubiera sido tan injusto para el deporte como lo fue que no ganara Vettel en Montreal. Tanto ayer con Verstappen y Leclerc, como hace tres semanas en Canadá con Vettel y Hamilton, el Gran Circo demostró que no está preparado. Es como si los actores principales demostraran que son incapaces de gestionar la llegada de jóvenes a los que no les importan las reglas. La Fórmula 1 de Liberty busca carreras llenas de incertidumbre. En lo que respecta a los jefes nuevos, si fuera por ellos, harían la vista gorda ante ciertas maniobras valientes. La revolución ha comenzado, aunque esta se trate de una broma para Ferrari", ha manifestado.
Igualmente, 'Corriere della Sera' rememora la penalización a Vettel en Montreal y realiza una comparación con lo ocurrido en el día de ayer. Asimismo, el mencionado medio critica que los comisarios tomen las decisiones en función de su estado de ánimo o su animadversión hacia los pilotos: "La primera victoria para Ferrari se vuelve borrosa y se convierte en una nueva píldora amarga para digerir después de Canadá. Para los jueces de la categoría, solo cuenta el atacante. ¿Y el que defiende? No es fácil aceptar la decisión de los comisarios austriacos, ya que es difícil entender su criterio. Como es obvio, solo existen los derechos del atacante. No hay circunstancias atenuantes para los que se defienden. Los jueces deciden según su estado de ánimo o su odio hacia los pilotos. No es agradable estar aquí para discutir este escándalo después de una carrera tan intensa, pero dado el resultado, es el momento de masticar con amargura por segunda vez en tres carreras. Quizás los aficionados holandeses alrededor del paddock fueran demasiado imponentes, o tal vez fue el circuito, propiedad de Red Bull, o puede que la FIA tenga algún asunto pendiente de resolver con Ferrari", expone.
"Esta decisión vuelve a hacer inaceptable la determinación tomada contra Vettel en Montreal. Después de la bandera a cuadros, se organizó un espectáculo de muy bajo nivel, y en estos momentos la penalización de Vettel para Canadá parece aún más monstruosa. Esta es la Fórmula 1 que respeta su pasado: duelos como el de Arnoux y Villeneuve. Pero también es la Fórmula 1 que se contradice a sí misma, que ayer contó una historia, y en Canadá otra con un final injusto: la pena de Vettel, el éxito arrebatado y pasado a manos de Hamilton. Una F1 sin reglas. Quién sabe, en el futuro Leclerc y Verstappen, quizás ya en la próxima temporada, puedan correr juntos en Ferrari. Ayer, enemigos en un duelo emocionante, mañana compañeros en el mismo equipo soñado", añade.
¿Demasiada dureza con Ferrari?
Por último, en 'La Stampa' también hacen referencia a la burla de los comisarios hacia el equipo de Maranello: "Burla a Ferrari. La nueva generación toma el centro de atención aprovechando el tartamudeo de Mercedes en un duelo de otros tiempos. No hay simpatía entre los dos campeones, por decirlo de manera suave. Se odian el uno al otro desde el karting, y no podía ser de otra manera; continuarán haciéndolo durante una trayectoria que promete ser muy larga y exitosa", señala el medio italiano a modo de conclusión.