El piloto ruso del equipo de Faenza habla de su situación, parece que no se hace ilusiones y solo tratará de dar el máximo en las carreras que quedan. Parece que su futuro en la F1 cada día que pasa es más una cuestión imposible, al menos en la llamemos familia Red Bull, ellos tienen su escuela y supuestamente algo que tiene que funcionar y se tiene que promover, Kvyat ve lógico que lo hagan así. Si echamos la vista atrás podemos recordar que Daniil ya estuvo en el equipo de Faenza y se abrió paso hasta Red Bull, pero luego no fue como los de arriba esperaban y fue enviado de vuelta al equipo italiano a mitad de temporada, más tarde se le abrió la puerta y se vio fuera de la Fórmula 1 como piloto de la parrilla. Durante la campaña de 2018 estuvo fuera de las pistas, en 2019 recibió una llamada y no dudó en aceptar, era la oportunidad de volver a sentirse piloto de F1 de nuevo, pese a lo sucedido anteriormente. Sin embargo, todo apunta a que ahora volverá a darse esa imagen amarga de verle marchar. Aunque no se vuelve pesimista y se aplaca por ello, quedan carreras por delante este año y solo piensa en dar lo mejor de sí mismo, pues eso será recordado y con eso se queda, ya lo hizo en el último fin de semana en Italia con el cuarto puesto.
Nunca se sabe, pero por su parte no quedará
"Miren, no me hago ilusiones de que las cosas sean difíciles. De hecho, las posibilidades son escasas, seguro. Obviamente, Red Bull tiene su programa de piloto joven que tiene que funcionar y debe ser promovido. Siempre ha sido así y no veo ninguna razón por la que deba cambiar para mí. Pero me dieron esta oportunidad, y hay carreras por delante como para quedarse quieto ya. Como vieron en la última carrera, fue una carrera increíble. Y con este tipo de cosas, siempre te irá al bolsillo algo positivo. Es importante seguir presionando hasta el último momento. Siempre será recordado, siempre será como algo más. Y nunca se sabe lo que puede suceder también dentro de Red Bull. Eso es lo único en lo que me concentro".