Tras salir de Williams a finales de la temporada pasada, Robert Kubica comenzó a barajar diferentes posibilidades para ver cuál sería su futuro en 2020 en el ámbito deportivo. El piloto polaco logro dar una lección al mundo el pasado año, demostrando que con trabajo, esfuerzo y constancia se pueden conseguir metas que a muchos puedan parecer imposibles. Con todo en contra, Kubica logró volver a ser piloto oficial de la parrilla de Fórmula 1 en 2019. Ya no tiene nada que demostrar, pues ha quedado claro que su valía sigue estando presente. Después de la salida de Williams se hizo oficial el rol de Robert en las filas de Alfa Romero Racing como piloto reserva de 2020. Aunque con eso no cerró la búsqueda de posibles competiciones en las que recalar, sonaba el DTM de turismos alemán y la Fórmula E.
Kubica comentó que hizo una prueba con un Fórmula E de DS Virgin en Donington Park, fue un test privado. Tras la experiencia ha aclarado que la naturaleza del coche y las pistas en las que compiten forman una combinación que no es la que mejor se adapta a sus características actualmente.No ha sentido que sea su lugar
"Seré honesto, tuve una prueba privada en un monoplaza de Fórmula E, pude pilotar durante algunas vueltas. Por un lado, las carreras tienen lugar en circuitos urbanos, donde siempre me fue bien. Pero, por otro lado, la combinación de conducir el coche en pistas muy estrechas no ha sido perfecta para mí".