Con la contundente decisión de Haas de romper el contrato con Uralkali, su patrocinador principal, y también con Nikita Mazepin como piloto titular, el equipo de Kannapolis ha tardado pocos días en comunicar quién iba a ser el encargado de pilotar el VF-22 en esta temporada. Kevin Magnussen es un viejo conocido, ya que estuvo en esta escudería desde 2017 hasta 2020, incluso fue una figura clave en la obtención de grandes resultados en 2018, el mejor año de Haas en F1.
En el comunicado de prensa publicado por el equipo norteamericano, el danés reconoce que estuvo en contacto con sus antiguos compañeros, a pesar de que estuviera compitiendo en otros campeonatos a lo largo del año pasado. Con la noticia de su vuelta, Kevin estuvo poniéndose al día para conocer la máquina con la que competirá en esta campaña y así ayudar a mejorarla antes de llegar al primer Gran Premio.
Magnussen, encantado con su retorno a Haas
"Hemos disfrutado de una relación sólida y nuestra asociación positiva se mantuvo, incluso cuando me marché al final de 2020. Me he estado informando todo lo posible sobre el desarrollo del VF-22 y su potencial. Hay trabajo que hacer, pero estoy emocionado por formar parte de ello. No puedo esperar para volver a estar detrás del volante de un coche de F1 en Baréin", finaliza el piloto danés.
