Desde la temporada 2014, el danés había estado vinculado a la Fórmula 1 en la que ha competido para tres escuderías diferentes. A partir de 2016 ha estado al volante de un monoplaza de F1 de manera consecutiva, por lo que no había tenido la oportunidad de competir en otras categorías. Aunque, tras su salida de Haas, Magnussen ya ha encontrado un reto distinto al que estaba acostumbrado, ya que competirá en el campeonato estadounidense de resistencia (IMSA) en 2021. En su primer test previo a Daytona con Chip Ganassi Racing, había rodado en el Cadillac DPi-V.R en el que ha tenido sensaciones que le sorprendieron para bien por el comportamiento del mismo, especialmente por el motor.
Mejores sensaciones al volante del Cadillac que en un F1
"He estado pilotando un avión en los últimos 6 ó 7 años [refiriéndose a los F1], lo que ha sido asombroso. Pilotar un monoplaza de F1 es realmente divertido, pero le falta alma y es algo que echas de menos. La Fórmula 1 suele tener eso, pero pilotar el Cadillac DPi me ha abierto los ojos por el sonido y la manera en la que respondía el motor. Es un sueño hecho realidad. Todo lo que veo aquí es nuevo para mí, todo el coche, incluso el vocabulario que usan para hablar sobre el mismo, con todos los sistemas y desde el punto de vista de los reglajes. Ha sido increíble pilotar un coche de verdad otra vez. Cada vez que aprieto el acelerador, se me eriza la piel. No puedo estar más contento y no puedo esperar para probarlo más", ha finalizado el danés en palabras recogidas en F1i.