El piloto indio ha recordado cómo fue su turbulento aterrizaje en la Fórmula 1 y el bonito recuerdo que guarda de su primer GP. Karun esperaba que su llegada a la categoría le permitiera poder progresar con un monoplaza que fuera evolucionando a lo largo de su primera temporada, pero esa no fue su realidad. Aunque su llegada tuvo bastante ruido a su alrededor, el piloto natural de Chennai guarda con especial cariño el momento en que Michael fue hacia él para darle la bienvenida y charlar amistosamente. Un bonito recuerdo que nunca olvidará de ese primer fin de semana en el Gran Circo.
Un rayo de sol en medio del caos
"Bueno, físicamente, me sentí preparado porque sabía que esta era la única oportunidad real con estos nuevos equipos. Así que me aseguré de estar físicamente preparado para ello. Y mentalmente, por supuesto, todo fue un poco desalentador, porque estaban sucediendo muchas cosas. Había tanto ruido alrededor de todas estas conversaciones con estos cinco equipos. Fue un poco complicado, pero en realidad cuando fui a Dallara para hacer el ajuste del asiento, esa fue la primera vez que se sintió real".
"Pasé tiempo con Geoff [Willis, director técnico de Hispania] y el Sr. Dallara, Gian Paolo Dallara, tengo una gran relación con él, y ya sabes, en realidad paso tiempo con los diseñadores y echando un vistazo al túnel de viento y cosas así. Y me dijeron, 'mira, el coche que tenemos aquí realmente debería haber hecho el lanzamiento en el hotel, pero ahora estamos atascados con él, no tenemos tiempo para hacer pruebas'. Terminábamos haciendo los primeros cuatro vuelos, pero el paquete de actualización que tenían para Barcelona era como 60 puntos de carga aerodinámica, habría llevado ese coche a la cabeza de los nuevos equipos, probablemente no muy lejos de un Toro Rosso que, curiosamente, si miras a dónde llegaron Haas y Dallara en la F1, ahí es donde terminaron, en realidad".
"Así que es una lástima que el equipo de Hispania, Collin y José Ramón Carabante se pelearan con Dallara, y esa actualización nunca llegó. Así que, ese coche de lanzamiento, que estaba destinado a ir a un hotel, básicamente terminó compitiendo con esa especificación para toda la temporada. De alguna manera, por más desordenado que fuera, de alguna manera lo cierto es que todo eso me quitó la presión, porque solo necesitábamos salir y dar algunas vueltas. Y cuando haces tu primer fin de semana de Gran Premio, hay muchas otras cosas y ruidos afuera del coche. Esto acaba de ser barrido por un torbellino".
"Pero en ese primer fin de semana, mis recuerdos destacados, en realidad del jueves, cuando entré en el paddock, y es la primera vez que entro al paddock en un fin de semana de Gran Premio como piloto de carreras, y el primer piloto con el que hablé fue Michael Schumacher. Este era Michael regresando a la F1, era la estrella más grande en ese momento, tendrías que decir que es más grande que Lewis [Hamilton], Fernando [Alonso], todos estos muchachos en ese momento. Y yo era un don nadie, ¿verdad? Pero en realidad caminó hacia mí y se presentó, como si tuviera que hacerlo, y me dijo 'bienvenido a la F1'. Y tuvimos una conversación, ¿de dónde eres? Y me preguntó un poco sobre mis pasos anteriores, tuvimos una conversación muy educada. No estaba obligado a hacer eso.
"Y hasta hoy, y también le conté a Mick [Schumacher] esta historia, cuando él vino a mí, y dije, realmente apreciaba su gesto porque cuando era un niño pequeño soñaba con llegar a la F1 con un tipo que estaba en la pared de mi habitación. Eso significó mucho y todavía significa mucho incluso hoy".