En el Gran Premio de Sakhir hubo un pequeño efecto dominó protagonizado entre los pilotos de Williams y Mercedes. Tras el positivo de Lewis Hamilton por el virus, George Russell había sido el elegido para estar al volante del W11 durante ese fin de semana, pero en el equipo de Grove quedaba ese asiento libre. Sin embargo, la decisión había sido rápida y Jack Aitken había sido el encargado de ponerse el mono blanco para hacer su debut en Fórmula 1. Lo positivo para él es que no había rodado con el FW43 en los primeros entrenamientos de Estiria, en la segunda visita al Red Bull Ring.
Aunque Sakhir iba a ser la primera oportunidad real de competir contra el resto de pilotos de la parrilla en condiciones de clasificación y carrera. Las primeras sesiones de Libres, el anglocoreano había estado a 4 décimas de Nicholas Latifi, pero había recortado esa diferencia en clasificación en la que había quedado a solo una. Mientras que el día de la carrera había estado en batalla contra los Haas de Kevin Magnussen y Pietro Fittipaldi, buenas sensaciones, a pesar de ese accidente que había sufrido.Primera experiencia satisfactoria en F1
"Después de la carrera había estado frustrado por el trompo y dañar el coche. Afortunadamente, fui capaz de terminar, pero había estado decepcionado conmigo mismo por haber cometido ese error. Cuando repasé el fin de semana hubo muchos puntos en los que podía estar orgulloso, ya que había alcanzado el ritmo rápidamente, me sentí cómodo en el coche y pude empujar", había concluido el piloto reserva de Williams.