El equipo Red Bull afronta los últimos días del año con la sensación de no haber hecho todos los deberes esta temporada. Si bien los de Milton Keynes han logrado tres victorias y han llegado a amenazar la segunda plaza de Ferrari en algunos momentos, su irregularidad finalmente le ha costado cara. Es por ello por lo que están concentrados en dar un significativo paso adelante en 2020, y para ello deberán rendir al máximo nivel desde el primer Gran Premio, donde tendrán que demostrar que son capaces de luchar de tú a tú con los dos grandes favoritos. El asesor de la escudería de las bebidas energéticas, Helmut Marko, ha admitido que el aprendizaje adquirido este año no da lugar a excusas de cara a la próxima temporada, de modo que deben trabajar sin descanso para alcanzar la meta prevista. Y todo apunta a que así lo están haciendo, pues como bien afirma el de Graz, llevan dos semanas de adelanto en el desarrollo del RB16, que será el monoplaza con el que tratarán de recuperar la hegemonía que perdieron con la llegada de la era híbrida.
Prueba de fuego
"Hemos comprendido muchas cosas en la temporada que acaba de llegar a su fin, por lo que el próximo año no tendremos excusas. La potencia de Honda está al máximo, al igual que la de Max, de modo que nos toca fabricar un buen monoplaza. Vamos con dos semanas de adelanto respecto al programa previsto y tenemos a disposición el VTC -Centro de test de vehículos-, que es un banco de pruebas que permite probar el coche completo hasta los 330 km/h. Se trata de un sistema óptimo a la hora de resolver los problemas de juventud, y hemos programado cuatro semanas de trabajo en esta plataforma. Diría que va mejor de lo que nunca lo ha hecho", ha expresado el austriaco en palabras recogidas por el portal web Motorsport.