Red Bull no pudo replicar el ritmo del Mercedes de Lewis Hamilton en Montmeló y se quedó sin subir al escalón más alto del podio. Además, Sergio Pérez, lastrado por la discreta Clasificación del sábado, solo pudo cruzar la línea de meta en quinta posición. Algo que de seguro no hará gracia al asesor de la escudería de Milton Keynes, Helmut Marko, quien le manda un pequeño recado y admite confiar en que dé un paso adelante en la próxima cita, donde el ritmo en las tandas largas será menos crucial teniendo en cuenta las características del trazado: "Habría sido más fácil si Pérez hubiese estado también adelante. Está avanzando lentamente. Espero que en Mónaco haga una fuerte calificación, ya que allí la velocidad en carrera no es tan crucial", ha señalado en palabras para la cadena ORF.
Por otro lado, respecto al rendimiento puro de carrera, el austriaco asevera tajantemente que los de Brackley eran superiores, por lo que en todo momento fueron conscientes de que en el segundo stint de Hamilton, la situación estaba perdida. Tampoco se la quisieron jugar con las gomas blandas, pues Verstappen tendría que haber superado a Bottas en pista, algo que no hubiese sido fácil: "Hamilton era mucho más rápido con su juego de neumáticos y no teníamos ninguna posibilidad. Max trató de llevar las ruedas más allá de las vueltas que eran las ideales, pero una vez más el ritmo de carrera de los Mercedes era simplemente mucho mejor que el nuestro. Por decirlo de algún modo, nos tenían contra la pared. Estaba claro que el segundo stint con neumáticos medios sería difícil. Cuando Hamilton entró para su segunda parada y cambió, supimos que eso era todo para nosotros. Todavía teníamos un juego de neumáticos blandos nuevos y nos planteamos la idea de arriesgar, sin embargo, eso nos hubiera dejado detrás de Bottas y adelantarle habría costado mucho tiempo de nuevo", prosigue.Falta de entendimiento
Marko también ha querido hacer referencia al problema en la parada de boxes de Max. Según explica, hubo un mal entendimiento en la comunicación y el neerlandés entró al pit una vuelta antes de lo previsto, de modo que apenas tuvieron que reaccionar, lo que se tradujo en una mala parada de 4,2 segundos: "Max entró sin avisar, aunque nuestros chicos reaccionaron de una manera sensacional. Lo solucionaron en cuatro segundos, pero fue un malentendido. Max se refería por la radio a que debían entrar en esa vuelta (inmediatamente), si bien el ingeniero había dicho que la parada sería en el próximo giro. De algún modo, eso se malinterpretó", añade el de Graz para concluir.